Gracias por tu generosidad, querida Pilar.Pilar Morte escribió:Me alegra el reconocimiento de tu hermoso poema, lo merece. Enhorabuena.
Abrazos
Pilar
Abrazos.
Moderadores: J. J. Martínez Ferreiro, Rafel Calle
Gracias por tu generosidad, querida Pilar.Pilar Morte escribió:Me alegra el reconocimiento de tu hermoso poema, lo merece. Enhorabuena.
Abrazos
Pilar
Rosa Marzal escribió:Hoy puedo describir el rostro de aquello
que no vi,
aquello que callamos, lo que no se menciona.
Preparábamos juntas un altar a diciembre,
pero siempre llegaba desnudo, en los huesos.
Recuerdo
los días previos, sus augurios de incienso,
tus pisadas nerviosas por el triste pasillo
de la desesperanza; su sosegada voz, acostumbrada
a navegar a tientas sobre el mar
de las pérdidas...
Recuerdo, sobre todo (y esto es cierto)
que dos y dos jamás sumaban cuatro;
una fracción de él, revestida de un cuerpo
fatigado
y confuso
acudía al encuentro,
el resto se hacinaba junto a las risas cómplices
de extraños en tugurios que bullen sobre brasas
de cielos extinguidos.
Pronto vendrá diciembre -decían tus labios-
y modelabas tu verdad con el barro de algún deseo
agónico,
él, mientas tanto, daba dos o tres vueltas
al abismo para huir
de los largos brazos de diciembre,
de la irónica intersección del deber
familiar,
de sí mismo,
de su sombra de fieltro;
y en la primera copa del penúltimo olvido
brindaba por la inexactitud
del número perfecto.
Muchas gracias, querido amigo. Me alegra de verdad que te haya gustado este poema.Luis M. escribió:Gran poema, Rosa, muy logrado y con momentos brillantes, me gustó mucho. Muy merecido reconocimiento, querida amiga.
Un gran abrazo.
Manuel Sánchez escribió:Enhorabuena por la distinción a tu poema.
Un fuerte abrazo.
Agradezco tu felicitación, amigo.Ramón Carballal escribió:Enhorabuena, Rosa, por la merecida distinción. Un abrazo.
Gracias por la generosidad de tu comentario, Roxane.E. R. Aristy escribió:Rosa Marzal escribió:Hoy puedo describir el rostro de aquello
que no vi,
aquello que callamos, lo que no se menciona.
Preparábamos juntas un altar a diciembre,
pero siempre llegaba desnudo, en los huesos.
Recuerdo
los días previos, sus augurios de incienso,
tus pisadas nerviosas por el triste pasillo
de la desesperanza; su sosegada voz, acostumbrada
a navegar a tientas sobre el mar
de las pérdidas...
Recuerdo, sobre todo (y esto es cierto)
que dos y dos jamás sumaban cuatro;
una fracción de él, revestida de un cuerpo
fatigado
y confuso
acudía al encuentro,
el resto se hacinaba junto a las risas cómplices
de extraños en tugurios que bullen sobre brasas
de cielos extinguidos.
Pronto vendrá diciembre -decían tus labios-
y modelabas tu verdad con el barro de algún deseo
agónico,
él, mientas tanto, daba dos o tres vueltas
al abismo para huir
de los largos brazos de diciembre,
de la irónica intersección del deber
familiar,
de sí mismo,
de su sombra de fieltro;
y en la primera copa del penúltimo olvido
brindaba por la inexactitud
del número perfecto.
Un poema excelso en belleza y pulcritud
Te felicito, Rosa por un merecido galardon. ERA
Ramón Castro Méndez escribió:Muy hermosa y muy bien dicha propuesta, con cierto tono de nostalgia y de pesar, al menos es lo que yo intuyo. Me ha gustado mucho. Mi aplauso, y felicitación ante la merecida distinción a tu poema.
Abrazos
Muchas gracias por tu presencia y felicitación, estimado amigo.Manuel Alonso escribió:Enhorabuena Rosa, es muy hermoso, un abrazo, amiga.