Ángel mío

[Antonio Justel]

... nada debería añadir aquí, Julio, acerca de tu ppoesía, poeta y amigo, puescreo sinceramente que tus trabajos lindan y deslindan las fronteras de este arte; nada más, poeta, nada más; sigue adelante, no existe límite. Orión

[Julio Gonzalez Alonso]

Una maravilla, Julio. Ternura de la buena, intensa y lírica... y nada de trivialidades empalagosas.

Que te traigan los reyes godello, percebes y demás cometas imaginarios.

Unha forte aperta.

Un abrazo fuerte y las gracias, compañero. Salud.

[Julio Gonzalez Alonso]

Es un magnífico poema, sin duda. Enhorabuena y un abrazo.

Agradecido por tu testimonio, Ramón. Con un abrazo.
Salud.

[Julio Gonzalez Alonso]

Qué hermoso sumergirse en la pasión de la palabra, encontrar los versos de Neruda dando un fondo, en el que dibujas de manera tan sensible y consistente estos hermosos trazos.
Un placer siempre venir amigo
Abrazo grande y salud a raudales

Encantado de encontrarte aquí, amigo Ventura, al lado de estos versos que son oración y son amor y son lo que quiera dictar el corazón. Con un abrazo.
Salud.

[Julio Gonzalez Alonso]

Bellísimo poema, Julio, que he vuelto a leer con deleite.

Enhorabuena
Un beso grande
Ana

Muchas gracias, Ana, Un verdadero placer encontrarte en esta lectura. Abrazo.
Salud.

[Rafael Zambrano Vargas]

Precioso poema, de lectura amena, profundo, elegante
y devoto, un deleite de lujo leerte, poeta

Con un fuerte abrazo

Rafael

[Rafael Zambrano Vargas]

****

De la inmensa derrota de mi vida
Solo queda una flor triste y ajada;
Sueño de juventud enajenada
De aquella primavera florecida.

Un sólo amor, tan solo fue mi vida,
Por el que fue la misma destrozada;
Fuego y pasión de amor, rosa y espada,
Sin curación dejó perenne herida.

Mas hoy en que mi estrella se declina
Hacia el ocaso de la dulce suerte,
Porque no ha de sentir la aguda espina,

Déjame que no deje de quererte.
Yo sé que estás ahí, Diosa divina,
Esperándome en brazos de la muerte.


Rafael

[Rosa Marzal]

Magnífico soneto, Julio. Recibe mis sinceros aplausos.

Un abrazo.

[Julio Gonzalez Alonso]

[tab=30]Ángel mío

[tab=30]Para tu libertad bastan mis alas
[tab=15][tab=30][tab=30][tab=30][tab=30]Pablo Neruda


[tab=30]Ángel mío,
[tab=30]reposa en mi regazo tu cabeza.
[tab=30]De tus ojos cerrados dame el sueño.
[tab=30]Dame, ángel, la ilusión que a vivir mueve.
[tab=30]Del brocal de tus labios la sonrisa.
[tab=30]Dame en tu boca fresca la palabra.

[tab=30]Deja correr tu luz entre mis sombras
[tab=30]como se mueve el viento entre las ramas.
[tab=30]Como las olas cruzan los océanos
[tab=30]que tu esperanza sea mi esperanza.

[tab=30]Quiero de ti la cura de la herida,
[tab=30]el temor que descubre mi coraje,
[tab=30]la ira desbordada de tu calma.

[tab=30]Deja, ángel mío, que la noche pase;
[tab=30]del día dame el sol en la mañana,
[tab=30]dame para el amor cárcel de besos,
[tab=30]para mi libertad dame tus alas.

[tab=30]González Alonso

¡Wow! Un poema inspirado, sublime, Julio. Magistral uso del lenguaje, amigo poeta, te felicito. ¡Absoluta belleza! Abrazos, ERA

Agradecido, ERA. Recibe mi abrazo.
Salud.

[Julio Gonzalez Alonso]

... nada debería añadir aquí, Julio, acerca de tu poesía, poeta y amigo, pues creo sinceramente que tus trabajos lindan y deslindan las fronteras de este arte; nada más, poeta, nada más; sigue adelante, no existe límite. Orión

Que no me falte tu compañía en este camino, amigo Antonio. Y seguimos adelante. Con un abrazo.
Salud.

[Julio Gonzalez Alonso]

Precioso poema, de lectura amena, profundo, elegante
y devoto, un deleite de lujo leerte, poeta

Con un fuerte abrazo

Rafael

Extraordinarias palabras éstas tuyas que aquí me dejas, Rafael, y que te agradezco con un abrazo.
Salud.

[Julio Gonzalez Alonso]

****

De la inmensa derrota de mi vida
Solo queda una flor triste y ajada;
Sueño de juventud enajenada
De aquella primavera florecida.

Un sólo amor, tan solo fue mi vida,
Por el que fue la misma destrozada;
Fuego y pasión de amor, rosa y espada,
Sin curación dejó perenne herida.

Mas hoy en que mi estrella se declina
Hacia el ocaso de la dulce suerte,
Porque no ha de sentir la aguda espina,

Déjame que no deje de quererte.
Yo sé que estás ahí, Diosa divina,
Esperándome en brazos de la muerte.


Rafael

Fantástico soneto, amigo Rafael. Un lujo recibirlo aquí para disfrute de cuantos lean. Siempre muchas gracias. Con un abrazo.
Salud.

[Julio Gonzalez Alonso]

Magnífico soneto, Julio. Recibe mis sinceros aplausos.

Un abrazo.

Agradecido por el testimonio y el elogio, Rosa, aunque no se trate -exactamente- de un soneto. Con un abrazo.
Salud.