Editorial Alaire

Un animal me mira
en la noche callada por la luz,
mientras la sombra silba entre los árboles
y los hilos del mundo
se ven con las estrellas.
Las sábanas de agua
se esconden en lo oscuro
y un cuaderno de arena se hace eco
de las calles con lluvia y la neblina
a través de los bancos silenciosos,
en el vacío abierto al infinito.

Yo miro al animal
bajo nubes secretas en el sueño,
mientras el frío avanza por el muelle.
Un gato solitario regresa a su rincón.
Me duermo en un pretil
que pulsa los olvidos
en medio del amor y de la muerte,
en aceras dispersas por la brisa,
con la hojarasca seca de la tarde
más allá del misterio de la infancia.


Ana Muela Sopeña

Un gran poema, por el que en estos momentos no puedo ofrecer mi humilde opinión. Mientras, felicitarte con toda sinceridad.

Un cordial abrazo.

José Manuel F. Febles, desde mi isla.

Muy buen poema, pleno de bellas imágenes. Mi felicitación.
Abrazos.

Gracias, José Manuel, es una alegría verte por aquí. Me alegra mucho que el poema te haya gustado.

Besos
Ana

Ana Muela Sopeña escribió:Un animal me mira
en la noche callada por la luz,
mientras la sombra silba entre los árboles
y los hilos del mundo
se ven con las estrellas.
Las sábanas de agua
se esconden en lo oscuro
y un cuaderno de arena se hace eco
de las calles con lluvia y la neblina
a través de los bancos silenciosos,
en el vacío abierto al infinito.

Yo miro al animal
bajo nubes secretas en el sueño,
mientras el frío avanza por el muelle.
Un gato solitario regresa a su rincón.
Me duermo en un pretil
que pulsa los olvidos
en medio del amor y de la muerte,
en aceras dispersas por la brisa,
con la hojarasca seca de la tarde
más allá del misterio de la infancia.


Ana Muela Sopeña

Un encuentro en el desdoble onírico donde la realidad concreta vuela y el surrealismo se hace patente. Me gusta mucho este poema, Ana, me parece autentico porque en los sueños los sentidos son otros, es decir si soñamos que estamos heridos y nos vemos sangrar, el dolor físico, el sentido de emergencia se suprime...el animal y el narrador se miran, pero no hay consecuencias...en los sueños no tememos morir, podemos volar, esa cualidad y moción de cámara lenta solo nos comunica su simbolismo. Me alegra mucho que estes de vuelta, un abrazo,ERA

Un poema tuyo. Es un placer adentrarme en esa atmósfera onírica donde la poesía brota con naturalidad, con la convicción de lo que se quiere trasmitir. Mis aplausos.

Un abrazo, amiga.
Óscar

Ana Muela Sopeña escribió:Un animal me mira
en la noche callada por la luz,
mientras la sombra silba entre los árboles
y los hilos del mundo
se ven con las estrellas.
Las sábanas de agua
se esconden en lo oscuro
y un cuaderno de arena se hace eco
de las calles con lluvia y la neblina
a través de los bancos silenciosos,
en el vacío abierto al infinito.

Yo miro al animal
bajo nubes secretas en el sueño,
mientras el frío avanza por el muelle.
Un gato solitario regresa a su rincón.
Me duermo en un pretil
que pulsa los olvidos
en medio del amor y de la muerte,
en aceras dispersas por la brisa,
con la hojarasca seca de la tarde
más allá del misterio de la infancia.


Ana Muela Sopeña

Este volver es una alegría, Ana, reencontrar esta sensibilidad tuya... la comprensión que subyace en la reflexión intimista, quizás en la propia ensoñación, en el estado de inspiración que conecta al alma con unos porqués invisibles, que son los que impulsan el movimiento del mundo, todo plagado de imágenes brillante en esa primera estrofa tan bella.
La mirada siempre constante y viva, hacia el amor verdadero en la segunda estrofa (que brillantes esas imágenes de las aceras dispersas por la brisa, de la hojarasca seca, el misterio de la infancia, todo nos conduce ahí), donde mirar al animal es quizás mirarse a si mismo, mirar a lo otro desde sus propios ojos, ser lo mismo, y con ello, ser un todo.
Precioso, un placer venir Ana, y aún más, descubrirte por aquí de nuevo, aunque no haya tenido tiempo de decírtelo hasta hoy.
Besos querida amiga

Todo un placer dejarse envolver por los oníricos y sugerentes paisajes de tu poesía.

Magnífico poema, Ana. Me alegra leerte de nuevo.

Abrazos.

Ha sido un gran placer leerte en este poema conciso, y muy bello en sus detalles místicos. Abrazos, Ana.

Gracias, Ramón, agradezco mucho tus palabras.

Besos
Ana

Y a mí me alegra mucho tu recibimiento, Era. Es siempre un placer interactuar contigo.

Sí, en los sueños todo es bello. Rara vez se sufre. Aunque puede haber pesadillas...

Estas realidades oníricas no son puras ensoñaciones. El paisaje que me rodea, las calles, las farolas, los semáforos son así. De noche hay una cuidad surreal en todo lo que me rodea.

Besos
Ana

Muchas gracias, Óscar, es siempre un placer verte en mi ventana de poesía.

Un beso grande
Ana

Siempre, Ventura, a través del animal nos encontramos a nosotros mismos. Por eso tenemos mascotas. Son recordatorios de la vida infinita que late en nuestro entorno. La vida eterna que nos une con el cosmos.

Un fuerte abrazo
Ana

Agradezco, Rosa, tus palabras.

Besos a montones, compañera
Ana

Un magnífico poema que te absuelve de que la mirada perdida no caiga en el vacío sino
que cumpla la misión de consentir y sentir lo que teinspira.

un abrazo