Editorial Alaire

curra anguiano escribió:Querido Gerardo, cuanta belleza, ternura, mimo, romanticismo .... es tu incorrupto, muy muy hermoso

Mil besos y mil gracias

Curra

Gerardo Mont escribió:INCORRUPTOS (puede escucharlo en el link de abajo)

Cuando ella sueña que yo muero, me arropa con sus lágrimas,
pero son tantas las gotas, que tiemblo sal
a la intemperie de sus miedos... “Yo me muero si te mueres”, al unísono decimos.
(Y nuestro domo es una pompa de jabón que se nos quiebra).
Entonces, lo que inició en la gloria de “la vida por delante”,
se pierde en los terrenos escabrosos donde yacen
– víctimas del yugo de un tiempo iconoclasta – aquellos pedestales que usurpábamos.

Cuando ella sueña que yo muero, ahuyenta a los demonios.
Como a animalillos los engaña, lanzándoles cebos al traspatio.
De las trizas, entonces, hace puertas y ventanas, y de azul pinta el refugio.
Lo llama hogar, y me invita a caminar
en la infinitud de las estancias que conforman su mirada,
a columpiarme en el delirio, en la verticalidad de la lluvia,
en la providencia de sus ojos.

Cuando ella sueña que yo muero, reprograma sus antiguas perspectivas.
Germina asida al cordón umbilical – a sus códigos de niña –
y con los mantras que en el revés del monosílabo,
invocan el poder de nuestros credos, reanuda las plegarias.
Y así desguarnecida de supuestos y de sombras,
desnuda su psique, regresa si más a la pasmosa sencillez de los edenes.
Expuesta entonces a la luz, libre de nuestra propensión innata a los eclipses,
se reinventa en otras formas. De una fe impoluta nos construye.

(La recuerdo en sus tacones prematuros, con sus pequeños senos
Intentando pronunciar cosas de adultos, domeñar las falacias del deseo.
La recuerdo sedando mis labios en la mirra de los suyos,
paliando la conciencia de ser, evitando los enigmas abisales).
La miro luego, renacida, gritando humedales por los poros.
Y mientras liba mi nombre y yo me rindo al suyo, el método intuitivo nos confirma:
a la lógica del plano responden los axiomas de la muerte,
pero hay tantas dimensiones, como voluntades en una pareja que abjura del gusano.

Cuando ella sueña que yo muero, deshoja estereotipos, encuentra sentimientos,
y de la medias verdades rescatadas, reza inmejorables tiempos.
Vuelve el satín a la piel de lo vivido
– esas hormigas que acarrean el pan para el invierno –
mientras poliniza suertes, exponiendo las cartas de su voz más suave.
Entonces, el sexo deja a un lado el resabio de las culpas, caen las hojas de parra,
se deshielan las sociedades que subyacen tras las normas,
y el tiempo queda confinado en dos cuerpos que se abrazan.
(Afuera nada…, si nada es lo mismo que perdió su contenido:
esas cosas que se dicen y se olvidan tras los signos de pregunta,
que se abren y se cierran, y a lo lejos se despeñan como viejos conocidos).

Cuando ella sueña que yo muero, también temo por ella… Morimos juntos,
pero descorriendo cada una de las piedras, como Lázaros volvemos: Incorruptos.



CON VOZ:

Hallie Hernández Alfaro escribió:Maravilloso poema, Gerardo amigo.

Un orgullo y una suerte disfrutar de tu obra en Alaire, que lo sepas.

Abrazos y felices horas.

J. J. M. Ferreiro escribió:Qué mañana llevo !!!
Cómo está el foro!!!

Cada lectura un desafío a la creatividad y a la diversidad, en la más alta calidad poético. Todas, diferentes alternativas, pero rezumando belleza.

En la diversidad está la posibilidad de evolución, en la diversidad los vicios consanguíneos son escasos y el árbol de la creación extiende sus ramas en todas las direcciones del espacio.

Todo un placer de lectura.

Un abrazo, amigo Gerardo.