Julio González Alonso escribió:
Nuestra estación se enmarca esta vez
en el julio agobiante de Baños de Molgas.
El gigantesco espacio
derrite plomo en el corazón del día,
mientras el río va alejando
sus sedientos aceros,
su fracción muda, siempre sufrida a los ojos.
El convoy, de metal acharolado,
devuelve la evaporación de las luces que va robando.
A esta hora acaban todas las consecuencias
y las tardes crecidas de detalles.
La estación aparece de repente
anhelante y sin sombra
como un hielo preñado de calor.
JJM Ferreiro
Calienta el sol las horas
de los días azules, la siesta
es sueño
y canto de cigarra,
las estrellas
aguardan.
Los péndulos del amor miden los pulsos
de los corazones
y los besos. Hay una flor
de pétalos blancos
en la mirada.
Se detiene
el tiempo
entre los brazos
y ríe
la mañana.
¡Cuánta vida,
cuánta!
González Alonso
.