Editorial Alaire

Vino primero pura,
vestida de inocencia;
y la amé como un niño.

Luego se fue vistiendo
de no sé qué ropajes;
y la fui odiando sin saberlo.

Llegó a ser una reina
fastuosa de tesoros...
¡Qué iracundia de yel y sin sentido!

Más se fue desnudando
y yo le sonreía.

Se quedó con la túnica
de su inocencia antigua.
Creí de nuevo en ella.

Y se quitó la túnica
y apareció desnuda toda.
¡Oh pasión de mi vida, poesía
desnuda, mía para siempre!

A mí me encanta.

Gracias Miguel Ángel.

También me encanta a mí.
Me sonaba del colegio, pero ahora lo leo con otros ojos. Es una hermosa declaración de intenciones del autor respecto a la poesía y al estilo.
Muchas gracias Miguel Ángel.
Un abrazo
J. Manuel

Pablo y José Manuel, me alegro que os guste este poema de Juan Ramón Jiménez. Como señala José Manuel, el poema es una declaración de intenciones. Como ya sabréis, después de haber escrito, entre otros libros, "Sonetos espirituales", "Platero y yo", "La soledad sonora" o "Pastorales", en Juan Ramón se aprecia un cambio de tendencia en sus escritos. Entra en lo que los críticos llaman la "etapa intelectual", a cuyo período pertenecen "Diario de un poeta recién casado" o "Eternidades", del que he sacado este poema.
Un fuerte abrazo.