Editorial Alaire

La eterna primavera de un hombre confundido,
el tiempo sin pasión y abriendo cicatrices,
se nota mucha falta de aquello que no has sido;
sin ninguna señal de ancianas directrices.

Tono de luz añosa, el músculo molido
de los días sin tregua, de fruición y deslices,
el niño desbordado, el hombre perseguido,
y en las divinidades habitan meretrices.

Confiarse o precisar quién es el adversario,
lo mismo que una rosa, un cirro o una orilla,
del hombre vertical la razón escrutando.

Estar para no ser y el hombre legendario
de eterna primavera cautivo en una horquilla
de límites furiosos, se está difuminando.

Estar para no ser y el hombre legendario
de eterna primavera cautivo en una horquilla
de límites furiosos, se está difuminando.

No solo se difumina el que esta para no ser, sino que lentamente asesina su esencia y perviertes su alma.

Seamos para estar siempre, y en nuestras obras permaneceremos


Mil besos
y mil gracias
Hoy te mimo yo !!!!

Curra

Vaya, Rafel, con esa eterna primavera que parece no ha descubierto enteramente al hombre. Un soneto que me parece perfecto. Unos versos que envuelven y dejan un sabor agri-dulce. O quizás no interpreté bien. Sea como sea, me encantó.
Abrazo grande
Pilar

Hermoso y profundo soneto, amigo Rafael.
Disfruté con su lectura.
Un fuerte abrazo.

Muchas gracias, amiga Curra, te agradezco el comentario y me alegra que te haya gustado el poema.
Siempre es de agradecer que te regalen unos mimos, compañera.
Abrazos.

Mereció la pena esperar, para encontrarnos con este sonetazo en alejandrinos.
Perfecto, querido amigo, en fondo y ritmo.

Un bocato delisioso.

Un abrazo.

Vamos a saludar la primavera y que tus versos nos abran a su realidad cambiante de tiempo claro y turbio. Un abrazo, Rafa.
Salud.

Rafel Calle escribió:La eterna primavera de un hombre confundido,
el tiempo sin pasión y abriendo cicatrices,
se nota mucha falta de aquello que no has sido;
sin ninguna señal de ancianas directrices.

Tono de luz añosa, el músculo cansino
de los días sin tregua, de fruición y deslices,
el niño desbordado, el hombre perseguido,
y en las divinidades habitan meretrices.

Confiarse o precisar quién es el adversario,
lo mismo que una rosa, un cirro o una orilla,
del hombre vertical la razón escrutando.

Estar para no ser y el hombre legendario
de eterna primavera cautivo en una horquilla
de límites furiosos, se está difuminando.

Un manejo extraordinario del lenguaje y la poesía

quisiera tener esa virtud, maestro


Un abrazo fuerte

Un poema encantador, colmado de savia y valentía. Cautivo en la primavera, el hombre. Cubierto por su linaje espiritual, por sus haberes de sensualidad profunda, el personaje; retozan ambos en el andamiaje de sus reflejos...

Digo, si usted quiere sentir, si realmente lo desea, no puede postergar la lectura de este hermoso poema.

Abrazo y felicidad, querido amigo.

La cálida primavera y sus mensajes sensibles parece no ser suficiente. Es difícil destacar una parte, pero reconozco que me he quedado atado al tercer verso:

"se nota mucha falta de aquello que no has sido"

Creo que este verso de enorme belleza tiene implícita un reflexión de una humanidad y profundidad sobrecogedoras. Vivir, e ir dejando atrás las directrices, las esencias que se cuelan entre los dedos en el balanceo primordial de los pasos. Y quizás esto sea vivir, ir desgranando el camino bajo los pies. Me vierne a la cabeza la frase de John Lennon: " life is what happens to you while you`re busy making other plans", " la vida es eso que pasa mientras estamos haciendo otros planes". Quizás el hombre no se difumina, simplemente se focaliza a la intensidad del recorrido.

Me ha encantado este soneto amigo. De más esta decir nada de cuestiones técnicas, aunque no puedo evitar decirte que estos alejandrinos son un deleite de lectura.

Enhorabuena, es siempre un acontecimiento leerte, tu impronta y sensibilidad son necesarias y traen a este foro un bellísimo poso de reflexión y hondura, inigualable.

Un fuerte abrazo Rafel

Muchas gracias, amiga Pilar, te agradezco el comentario y me alegra que te haya gustado el poema.
No te preocupes, no me siento de la forma que puede transmitir el poema, ya que lo escribí hace muchos años; pertenece a la etapa en la que escribí más un centenar de sonetos que nunca he publicado y, bueno, ahora lo muestro porque hacía bastante que no colgaba nada nuevo.
Un fuerte abrazo, colega.

Así se escriben los alejandrinos, sí señor.
Gran poema, Rafel.

Saludos.

Rafel Calle escribió:La eterna primavera de un hombre confundido,
el tiempo sin pasión y abriendo cicatrices,
se nota mucha falta de aquello que no has sido;
sin ninguna señal de ancianas directrices.

Tono de luz añosa, el músculo cansino
de los días sin tregua, de fruición y deslices,
el niño desbordado, el hombre perseguido,
y en las divinidades habitan meretrices.

Confiarse o precisar quién es el adversario,
lo mismo que una rosa, un cirro o una orilla,
del hombre vertical la razón escrutando.

Estar para no ser y el hombre legendario
de eterna primavera cautivo en una horquilla
de límites furiosos, se está difuminando.

Parece ser que el soneto alejandrino (7 +7 sílabas) ha alcanzado sus mayores alturas con el modernismo; y el verso alejandrino en sí, con Pablo Neruda en sus 20 poemas… No obstante, a pesar de la hostilidad creciente que desde entonces viene soportando la forma de composición rimada de 14 versos (aunque en menor medida que el soneto endecasílabo, estrictamente clásico), principalmente de parte de aquellos que aborrecen los rigores técnicos, el soneto alejandrino ha tenido menos detractores, quizás debido a su mayor soltura, a su especial armazón para receptar el lenguaje coloquial (muy apreciado en nuestro tiempo). Desde hace 10 años, más o menos, he leído con mayor asiduidad una considerable cantidad de sonetos alejandrinos, de casi todas las variantes posibles; y siempre he sentido que, reconociendo las posibilidades enormes que ofrece para un desarrollo “cómodo” de la idea poética, el mayor riesgo que presenta es la facilidad para caer en el ripio, ya que es harto difícil rellenar las sílabas que, generalmente, quedan vacías en las cláusulas psíquicas de catorce sílabas. Debido a este problema, yo, por ejemplo, he emprendido muy pocos poemas en alejandrinos. En muchas ocasiones he caído en dificultades técnico-semánticas imposibles de subsanar, hecho que me han llevado a abandonar varios proyectos en esta estructura.

En este nuestro foro Alaire podemos encontrar muy sólidos poemas alejandrinos. Y este tuyo lo considero uno de los muy buenos: su mensaje me resulta conmovedor, pues lo veo casi como un autorretrato, como la descripción honesta, valiente, de la decadencia individual humana. Se siente la sofocación existencial que trasmite. Yo me siento personificado por ese hombre cautivo en la primavera, como si una hermandad de infortunio vital nos uniese. Es fuerte el mensaje de este poema. Es pesimista, pero está sostenido por la verosimilitud que emana de lo real.

El aspecto formal es impecable. Hay una escrupulosa variedad de acentuación, que hace del ritmo una agradable cadencia. Celebro que se haya prescindido de los verbos para finales de versos. Y es en este punto del aspecto formal donde me permito darte un parecer crítico, un criterio poético. Y no es un problema para abrir un debate, ni para considerarlo problema (sólo se trata de una opinión). Es el siguiente: Me suena semánticamente débil la terminación del último verso en gerundio. Siendo el último verso el más transcendental del poema, opino que, tanto el gerundio como el participio, no son recomendables, debido a varias razones:
-con ellos se crean las llamadas “rimas fáciles”, por la abundancia lexicográfica.
-La carga semántica que llevan es muy débil. Su sentido es ambiguo. Carecen de plenitud como las que poseen los sustantivos y adjetivos.
-Y si se los utiliza como perífrasis (como es el caso de nuestro verso), la vaguedad semántica se hace más patente, por la razón de que el verbo “estar”, debido a su inmoderado uso, carece de seducción cognitiva.
Quiero insistir en que estas opiniones no pretenden reconocimiento alguno.

Un abrazo, querido compañero y guía.
Óscar

Rafel,

me ha gustado el soneto, amigo. Ya sabes que soy un fan incondicional de esta estructura, por más que hoy en día, como dice Óscar, no esté de moda. Después de haber leído tu respuesta a Pilar, si yo fuera ventajista te diría que se nota que el soneto ya tiene años. Y ese es uno de sus atractivos porque se nota la pasión exploradora, el amor al soneto que yo también profesé. Me hace sentirme muy cercano.

Un abrazo, amigo.

Un soneto de los que sólo es capaz de emprender un valiente. Ha sido un placer venir.
Un abrazo.
Pepa