Página 1 de 1

Leopoldo María Panero, un poeta en busca de la luz.

Publicado: Mar, 30 Dic 2014 11:17
por F. Enrique
Hay un velo entre las ruinas de mí mismo.

Aquí estoy yo, Leopoldo María Panero
hijo de padre borracho
y hermano suicida
perseguido por los pájaros y los recuerdos
que me acechan cada mañana
escondidos en matorrales
gritando porque termine la memoria
y el recuerdo se vuelva azul, y gima
rezándole a la nada porque muera.


(Leopoldo María Panero – Esquizofrénicas o la Balada de la lámpara Azul)


Intento reconstruirme
como el hombre
que sale del penal
perseguido por la mugre
y la memoria de los muertos,
rodeado
por pequeños delitos
que asustan a la gente.

Sin dirección, sin número, sin teléfono,
sin los pechos mordidos de su amante
que se puso un velo que le oculta los ojos
para recibir al dios más implacable
que nunca oye nada y no se muestra.

Ya no canto al amor como solía
y atravesando la fría noche de mi alma
me enamoro del silencio primitivo de mi barrio
sin luces ni farolas.

Me abandonó la estrella
que brillaba en tus ojos
y canto
para no morir,
para abrir las ventanas
que, en esta hora
de dolor y amargura, me cerraste.

Ojalá pudiera ayudarte, amigo, lo que tú me has ayudado a mí.

(Octubre 2009- Escrito sobre Esquizofrénicas pag. 47)

Publicado: Mar, 30 Dic 2014 13:54
por Raul Muñoz
Enrique, es una gran aportación este poema de Panero. Es un autor que a no tardar leeré. Este poema en cuestión, con la entrada que lo acompaña, me sorprendió e im presionó hondamente.

Yo hace tiempo que trabajo, ayudando a personas que sufren de lo que se ha venido a llamar esquizofrénia. Me interesa mucho un autor como Panero.

Gracias por compartir, amigo.

Un abrazo.

Publicado: Dom, 04 Ene 2015 4:41
por F. Enrique
Pienso, Raúl, que al igual que Pasolini y otros poetas, Leopoldo María se hace querer para encontrar en su aluvión creativo un buen poema, pero cuando se halla hay que degustarlo con mucho tacto y sumo cuidado porque estaba tocado por la gracia poética, este poema que os muestro es un ejemplo claro de lo que te digo. Gracias, Raúl, ya veo que avanzas mucho y la curiosidad sana te ayuda mucho.

Un abrazo.