Luz en mi corazón.

[Manuel Alonso]

Nada en las paredes de la habitación.
¿luz en mi corazón?
No sé hasta cuándo podré quererte.
Como un sonámbulo,
deambulo por las dependencias de la casa
busco el parqué del suelo,
el entresuelo, el trastero, el chubasquero,
el por qué de la sala de estar,
términos apropiados,
la palabra estar,
no el verbo,
resulta trascendente,
me satisfacen las estrellas cinematográficas,
me quedo sólo con el por qué,
está decidido,
con independencia de que ignore la razón,
no importa,
aunque me mortifique, sea superior a mí,
lo considero trivial, fútil, insignificante,
simplemente eso.
La responsable es la incertidumbre endiablada,
la serena, permanente y desbordante realidad:
acabo de recibir, de leer y de arrugar de rabia con esta mano
una carta improcedente de mi amor.
No sé hasta cuando podré quererte.
¿luz en mi corazón?

[curra anguiano]

me quedo sólo con el por qué,
está decidido,
con independencia de que ignore la razón
prcioso

[Hallie Hernández Alfaro]

Madre mía, el poema zarandea los bordes, el centro mismo, la condición vivencial del nido triste.
Enorme y bellísima entrega, Manuel.
Permíteme la ovación cerrada y sostenida.

Abrazos.

[Pilar Morte]

Un poema sincero y hermoso, con esa luz del corazón que al final es lo que tenemos. Me gustó leerte.
Besos
Pilar

[Miguel Ángel Martínez Góm]

Un poema muy bello, amigo Manuel. Sincero, directo y lleno de verdad.
Fuerte abrazo, compañero.

[Manuel Alonso]

Gracias Curra por el comentario, un abrazo.

[J. J. Martínez Ferreiro]

Manejas el idioma con la maestría del que conoce a fondo el idioma y lo exprime hasta sus últimos jugos.

Un abrazo, amigo Alonso.

[Andrés Calle Fdez]

Un bello poema que va enganchando hasta su final. Me ha gustado mucho, poeta!
Un abrazo.

[Carlos Justino Caballero]

Manuel Alonso, Distincion en las letras y hondura en el contenido. Congratulaciones, Manuel.

[Bruno Laja]

La incertidumbre, el extrañamiento, la incosistencia que rodea el estar, los múltiples y ominosos poros de la indagación. Es una marvilla este poema, Manuel. Un placer de lectura. Abrazos.

[Manuel Alonso]

Hallie, muchas gracias por tan alagador comentario, eres un cielo, un beso amiga.

[Begoña Egüen]

Nada en las paredes de la habitación.
¿luz en mi corazón?
No sé hasta cuándo podré quererte.
Como un sonámbulo,
deambulo por las dependencias de la casa
busco el parqué del suelo,
el entresuelo, el trastero, el chubasquero,
el por qué de la sala de estar,
términos apropiados,
la palabra estar,
no el verbo,
resulta trascendente,
me satisfacen las estrellas cinematográficas,
me quedo sólo con el por qué,
está decidido,
con independencia de que ignore la razón,
no importa,
aunque me mortifique, sea superior a mí,
lo considero trivial, fútil, insignificante,
simplemente eso.
La responsable es la incertidumbre endiablada,
la serena, permanente y desbordante realidad:
acabo de recibir, de leer y de arrugar de rabia con esta mano
una carta improcedente de mi amor.
No sé hasta cuando podré quererte.
¿luz en mi corazón?

Magnífico poema, estimado amigo, Manuel. Felicidades.
Un abrazo.
BEGOÑA.

[Virginia Nas]

No Manuel no, yo no preguntaría ¿luz en mi corazón?... Mas bien ha sido un cortacircuito o una grandísima bajada de tensión que ha originado una gran conmoción... y todo el entorno ha cobrado una dimensión desmedida ante el efecto. Son unos versos muy gráficos. Buenos. Un abrazo

[Manuel Alonso]

Muchas gracias Pilar, eres un cielo, un beso, amiga.

[Manuel Alonso]

Muchas gracias MMartínez, un abrazo.