Editorial Alaire

Tu cuerpo americano se deshoja
y en la humedad de nuestros años,
tu vientre,
vasija y barro triste, me acurruca.
La noche abre su párpado en silencio
como si una manzana herida,
como una boca abierta en lo nocturno
y nos volvemos tinte de su sombra
arrullo y recorrido,
hebilla desprendida de los astros.
Oímos ronronear la noche
casi racimo abierto en nuestros ojos,
frente a la estela campanar del mundo
y nada se parece a ti desnuda,
a tu naciente nombre,
a tu desnuda piel continental.
Te nombro o me delatas,
somos los hijos huérfanos de un dios
que escribe su memoria entre las piedras
en el rincón más gris del universo.
Y así, bajo la cruz austral de nuestros días
caemos huidobrianamente,
volamos boca abajo en el olvido
hacia el pulmón nocturno de la tierra,
al muslo clorofílico del tiempo,
sobre la Vía Láctea del amor.

me encantó, Benjamín,

este doble juego entre madre tierra-mujer

Te nombro o me delatas,
somos los hijos huérfanos de un dios
que escribe su memoria entre las piedras
en el rincón más gris del universo.


en el conjunto de un bello poema

un fuerte abrazo hasta ese cono sur............Pilar

Querido amigo, este poema está lleno de belleza, las palabras fluyen como un río cristalino, esas imágenes mezclando erotismo y tierra son todo un acierto, un placer pasar por tus letras , te envío un abrazo desde tu casa en La Rioja.
Adrian.

Querido Benjamín, la belleza de este poema no es discutible por nadie que ame la poesía o que pretenda disfrutar de unos versos que envuelven y trasmiten el sentir de una forma increible.
Independientemente de las sucesión de conceptos e imágenes que se entrelazan a lo largo del poema...el ser, la tierra, el amor... el poema tiene una parte que me resulta desgarradora:


Te nombro o me delatas,
somos los hijos huérfanos de un dios
que escribe su memoria entre las piedras
en el rincón más gris del universo.

El ser hijos huérfanos de un dios quiere decir que ese dios está muerto, por lo que la memoria que escribe es ninguna, la nada en toda la extensión de palabra...y eso es muy fuerte y desolador.
He destacado esa parte porque me ha impresionado mucho al leerla, pero creo que en la generalidad del poema el pesimismo no es la estrella absoluta, o es lo que yo pienso.

Creo que es muy injusto que un poema de esta categoria tenga esa puntuación, lo inexplicable siempre lo deja a uno sin palabras.

Un beso

Sara


Pdt.- Mis saludos a Pancho

Un poema precioso Benjamín.

Enhorabuena.

Un fuerte abrazo.

Excelente poema, querido amigo, que ha sido un placer leerte.
Has conseguido buenos versos, imágenes acertadas, y alguna que otra genialidad.
Es de lo que más me ha gustado de cuanto te he leído.
Enhorabuena.
Te mando un fuerte abrazo.

Gracias querida Pilar por tu lectura. Un placer saberte por estos lados.

Un abrazo fraterno, Benjamín.

Muchas gracias amigo Adrián por tu lectura, por acompañarme en esta volada de los versos. Lo austral, lo andino, lo por venir.

Abrazos desde el ocio infinito, Benjamín.

Muchas gracias Paloma por tu lectura, un gusto tu visita en este austral poema.

Saludos fraternos desde tierras chilenas, Benjamín.

sencillamente genial, sí realmente. De belleza extraordinaria. Vuelvo a él, porque quiero recrearme nuevamente en ese poema austral, que habla del amor como tierra, como recinto, como un todo mágico.

Mi cariño y admiración de siempre.

¡Caray hermano! El primer poema que te leo y quedo perplejo por la de acertadas e increibles imágenes que quirúrgicamente has trabajado de la tierra al verbo. Aplausos y el máximo de puntaje para esta pieza de belleza americana que pertenece en los libros.

Un fuerte abrazo hasta tu lindo país
desde Hamilton, NJ.

Hola, amigo, entre tanto poeta super estrella que se pasea lo tuyo es de verdad, una poesía que sobresale del resto, porque, simplemente, es oficio y es talento: el poemaustral es un ejemplo viviente de esto.

Saludos desde el cemento.

Muchas gracias, compañera Sara, y disculpa mi tardanza en responderte, pero el texto se había perdido. Te agradezco mucho tu palabra, tu acercarte en el aprecio al poema y a la australidad de él, incluso en el fragmento más doloroso, que bien reconoces. Todas tus lecturas iluminan y abren otras lecturas. Gracias.

Un beso austral o andino de mediatarde, Sara, B.