Editorial Alaire

No me pienses ni presientas,
estoy bien así, conmigo.

Aquí no hay sentencia
ni rojo vivo
ni naufragios
(he guardado la memoria en los bolsillos).

Los tiempos lacerantes se deshacen hora a hora.
Desde que me entregué no mintieron las campanas
ni hay horizontes que aludan a tormentas.

Mis pájaros de colores han traido una magia resurrecta.,
Mis sentidos le ofrecen una canción a la hierba.

Es muy tarde para regresar,
la historia ya no se calcula en años.

Me reservo el placer de declararme ingrávida,
exijo que se callen los siempres y los nuncas.

Rezo, rezo despacio.

Tu poema se mueve por una introspección volátil que sitúa a la poeta en una
especie de sueño donde ni sufre ni padece.

disfruté de esta lectura, amiga.

un abrazo

ingrávida y transparente, tenía que ser poema esto. Se ha detenido en la luz pero aún dice

Paz, paz, paz. Mover el rostro y hacer figuras que se quedan en el aire, hacer muchas figuras con el rostro, hallar el propio rostro. Necesito destacar esto, por su índole purificadora:
"Mis pájaros de colores han traido una magia resurrecta.
Mis sentidos le ofrecen una canción a la hierba."

Ha sido un gran placer leer este poema, Adriana. Abrazos.