Editorial Alaire

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Cuando la veas, dile que estoy bien,
que baila en mis pupilas el ingenio,
que escribo sin parar, noche tras noche,
que forjo mil proyectos de futuro.
Dile que estoy contento con mi vida,
que he pensado viajar a muchos sitios,
que casi no me acuerdo de su nombre,
que no la echo de menos.
No se te ocurra hablarle de estas sábanas,
de este pijama azul descolorido,
de este olor de alcohol y de morfina,
de mi cabeza calva y amarilla.
Y que no se te ocurra, sobre todo,
decirle que me muero.

A ver, Jerónimo, por qué me ha emocionado tanto este poema, tanto que al leerlo me tuve que conectar para de alguna manera balbucear esta dilatación en el pecho que provocan las obras verdaderas, obras sostenidas en verdades indiscutibles. Este poema lleva al hombro toda la humanidad posible, es el mismo entierro de la herida y
lo que queda, lo que queda de nosotros, el ultimo holograma de la dignidad, como queremos ser recordados. Y un gran amor empuja estos versos a las cumbres del lirismo.

Mis abrazos de amigo y felicitaciones sinceras.

Ufff. Jerónimo, grande de verdad, tu cavilada reflexión.
El final, para enmarcarlo.
Un fuerte abrazo, amigo.

Jerónimo Muñoz escribió:.

Cuando la veas, dile que estoy bien,
que baila en mis pupilas el ingenio,
que escribo sin parar, noche tras noche,
que forjo mil proyectos de futuro.
Dile que estoy contento con mi vida,
que proyecto viajar a muchos sitios,
que casi no me acuerdo de su nombre,
que no la echo de menos.
No se te ocurra hablarle de estas sábanas,
de este pijama azul descolorido,
de este olor de alcohol y de morfina,
de mi cabeza calva y amarilla.
Y que no se te ocurra, sobre todo,
decirle que me muero.

El prodigioso valor de la ironía, bien manejada, bien traída, mejor administrada en favor de la poesía. He disfrutado en este poema el enfoque y tratamiento dado al tema, me parece que se sale de lo habitual en el foro y que aporta mucha frescura e ideas de cómo conducirse en este mundo literario del poema. Enhorabuena y gracias, Jerónimo.
Salud.

Jerónimo Muñoz escribió:.

Cuando la veas, dile que estoy bien,
que baila en mis pupilas el ingenio,
que escribo sin parar, noche tras noche,
que forjo mil proyectos de futuro.
Dile que estoy contento con mi vida,
que he pensado viajar a muchos sitios,
que casi no me acuerdo de su nombre,
que no la echo de menos.
No se te ocurra hablarle de estas sábanas,
de este pijama azul descolorido,
de este olor de alcohol y de morfina,
de mi cabeza calva y amarilla.
Y que no se te ocurra, sobre todo,
decirle que me muero.

Dios mío, un prodigio hecho poema. Me ha llegado al centro del corazón; uff, duele y sacude como una turbulencia lírica que expele cada poro. El escritor, el hombre; inmortalidad que vence treguas y aniquila los últimos colores del arcoiris. La dignidad y el amor propio desencajados y casi a salvo. El fin en la helada pregnancia de un silencio que despide.

Reverencias y una ovación que haga temblar las paredes de Alaire.

Beso grande, querido Jerónimo.

No me resisto a dejar huella otra vez, para volver a aplaudir este poema y dejar mi admiración para el comentario tan emocionante y hermoso de Hallie. Ella es así: una iglesia donde podemos rezar con la certeza que dios nos escucha.

Jerónimo Muñoz


Mi querido gran AMIGO Y POETA, he leído tu inmenso poema y remitirte mi admiración es poca cosa. Como dice el compañero Marius Gabureanu, "el último holograma de la dignidad, como queremos ser recordados". No es habitual en el Foro encontrar poemas de esta clase y de esta forma de enfoque, donde la mayor esperanza que trae, como todas las esperanzas, es el gusto amargo de la realidad. Tropiezo con los sentimientos reales, los pasos que hacen admirar por ende y sobre todo por el sonido hermoso y brillante. Todo el poema resuma dolor "irónico?", porque el final del mismo es un remate colosal. Te felicito, Jerónimo, y ojalá fuera este el poema de la semana, sería un honor para el Foro, sin desmerecer los de ningún compañero.

Un abrazo fuerte, de un Canario en México.

José Manuel F. Febles

Bueno, que no se que decirte, que los dedos no me hablan, que solo saben estremecerse. Un lujo de poema.
Un abrazo.
Pepa

Jerónimo, este poema es de una emotividad extrema. Se clava en los poros con cada verso y tiene la humanidad en tu palabra. Aplausos, todos.
Besos
Pilar

A mí también me ha conmovido tu poema, Jerónimo. Te felicito por esta maravilla. Abrazos.

Marius Gabureanu escribió:A ver, Jerónimo, por qué me ha emocionado tanto este poema, tanto que al leerlo me tuve que conectar para de alguna manera balbucear esta dilatación en el pecho que provocan las obras verdaderas, obras sostenidas en verdades indiscutibles. Este poema lleva al hombro toda la humanidad posible, es el mismo entierro de la herida y
lo que queda, lo que queda de nosotros, el ultimo holograma de la dignidad, como queremos ser recordados. Y un gran amor empuja estos versos a las cumbres del lirismo.

Mis abrazos de amigo y felicitaciones sinceras.

Si te ha emocionado, eso no es fruto del poema, sino de la enorme sensibilidad poética que posees. Es fruto de la admirable conjunción de tu conocimiento y razón con tu mundo (cerebro) emocional.
Te agradezco enormemente este efluvio de alabanzas que sé que ha brotado de ti con la mayor sinceridad y espontaneidad.

Recibe un fuerte abrazo, amigo y poeta.

Jerónimo

Quinteño de Greda escribió:Ufff. Jerónimo, grande de verdad, tu cavilada reflexión.
El final, para enmarcarlo.
Un fuerte abrazo, amigo.

Celebro tu aplauso, amigo Quinteño. Mi espíritu andaluz me conduce a veces hacia temas desgarrados como este.

Gracias y un abrazo enorme.

Jerónimo

Julio González Alonso escribió:

Jerónimo Muñoz escribió:.


El prodigioso valor de la ironía, bien manejada, bien traída, mejor administrada en favor de la poesía. He disfrutado en este poema el enfoque y tratamiento dado al tema, me parece que se sale de lo habitual en el foro y que aporta mucha frescura e ideas de cómo conducirse en este mundo literario del poema. Enhorabuena y gracias, Jerónimo.
Salud.

Gracias, Julio.
Es un poema quizás desgarrado, pero lleno de un sentimiento que me ha atenazado en varias ocasiones al comprobar que el amor trasciende a la inminencia de la muerte.
Un abrazo. Jerónimo

Uffff, un poemazo, Jerónimo.

El yo lírico se muere...no sé si de amor, de tanta vida, de tanta poesía, de alguna enfermedad, de desidia...

El poema puede dar lugar a muchas interpretaciones y desde luego resulta altamente poética y fuerte.

Es un poema con mayúsculas.

Aplausos
Un fuerte abrazo
Ana

Hallie Hernández Alfaro escribió:
Dios mío, un prodigio hecho poema. Me ha llegado al centro del corazón; uff, duele y sacude como una turbulencia lírica que expele cada poro. El escritor, el hombre; inmortalidad que vence treguas y aniquila los últimos colores del arcoiris. La dignidad y el amor propio desencajados y casi a salvo. El fin en la helada pregnancia de un silencio que despide.

Reverencias y una ovación que haga temblar las paredes de Alaire.

Beso grande, querido Jerónimo.

Pero, Hallie, ¿es posible que puedas decir todo eso de mi poemita?
Tu sensibilidad, poética y humana, está muy por encima de mis méritos.
Es grato estar en este sitio, aunque sólo sea por recibir comentarios como el tuyo.
Te lo agradezco con todo el corazón, querida amiga.

Un beso.

Jerónimo