Imaginar la miel

[Óscar Distéfano]

Hace un par de días que me siento algo desconcertado en cuanto a mi rumbo existencial, en cuanto a mi camino de búsqueda poética. Hacer poesía por décadas entraña, desde luego, algún peligro de "saturación". Hoy sentí la necesidad de un baño poético con "agua pura". Me lancé a la tarea de buscar un poema que me hiciera sentirme bien conmigo mismo, que reafirmara mi fe en la poesía y, ¿oh, albricias!, he recuperado este diamante donde se posaron encandilados mis ojos. Yo no sé explicar cuándo un poema es "poema" (ni por qué es poesía), pero sé sentir cuándo un poema me devuelve la fe, cuándo renueva mis vibraciones estéticas. En este momento, me arrepiento de no haberte leído y estudiado lo suficiente, pienso que no he dedicado el tiempo razonable para leer tu valiosa obra; porque hoy, ahora, soy consciente del gran poeta que eres, y del enorme ser humano, altruista, mecenas, guía, que has demostrado ser a lo largo de estos años que tuve la fortuna de tenerte como compañero de foro. Hoy, ahora, Rafel Calle, levanto mi copa y brindo por ti, admirado por el gran poeta que eres, y por el enorme sentimiento solidario y fraterno que has demostrado tener para con personas como yo que, tímidamente, nos hemos iniciado en este ya histórico foro, y que han buscado indagar y crecer en este difícil arte de la poesía. Mi gratitud es inconmensurable.

Te deseo salud y prosperidad, generoso y cultísimo amigo.
Óscar

[Felipe Fuentes García]

Mi felicitación, Rafael, por tan magnífico poema. Suscribo los elogios precedentes.
Decirte que me ha gustado mucho y que aplaudo tu talento.

Recibe un gran abrazo, compañero.
Felipe.

[Rafel Calle]

Hace un par de días que me siento algo desconcertado en cuanto a mi rumbo existencial, en cuanto a mi camino de búsqueda poética. Hacer poesía por décadas entraña, desde luego, algún peligro de "saturación". Hoy sentí la necesidad de un baño poético con "agua pura". Me lancé a la tarea de buscar un poema que me hiciera sentirme bien conmigo mismo, que reafirmara mi fe en la poesía y, ¿oh, albricias!, he recuperado este diamante donde se posaron encandilados mis ojos. Yo no sé explicar cuándo un poema es "poema" (ni por qué es poesía), pero sé sentir cuándo un poema me devuelve la fe, cuándo renueva mis vibraciones estéticas. En este momento, me arrepiento de no haberte leído y estudiado lo suficiente, pienso que no he dedicado el tiempo razonable para leer tu valiosa obra; porque hoy, ahora, soy consciente del gran poeta que eres, y del enorme ser humano, altruista, mecenas, guía, que has demostrado ser a lo largo de estos años que tuve la fortuna de tenerte como compañero de foro. Hoy, ahora, Rafel Calle, levanto mi copa y brindo por ti, admirado por el gran poeta que eres, y por el enorme sentimiento solidario y fraterno que has demostrado tener para con personas como yo que, tímidamente, nos hemos iniciado en este ya histórico foro, y que han buscado indagar y crecer en este difícil arte de la poesía. Mi gratitud es inconmensurable.

Te deseo salud y prosperidad, generoso y cultísimo amigo.
Óscar

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Muchas gracias, amigo Óscar, te agradezco el comentario y los elogios que me regalas, son muy gratificantes y, además, me permiten aclarar que me niego a creerme lo que no soy. No soy un gran poeta. Eso ya me lo han dicho dos premios Cervantes, aunque no hacía falta que me lo dijeran, porque siempre lo he sabido. Me consuela que ellos tampoco se consideren grandes poetas (ya me dirás, Gamoneda, Caballero Bonald, si ellos no son grandes, un servidor en un auténtico liliputiense).

Es muy importante que yo no me considere un buen poeta, porque ello me ha servido para buscar una propuesta que, de alguna forma, tenga una cierta importancia. Es decir, soy un poeta digno que aporta novedades al mundo del poema. No hablo de altura semántica, qué más quisiera yo; hablo de asuntos estructurales, tecnicismos que venimos trabajando Luis Oroz, Ferreiro y un servidor desde hace tres o cuatro años. Ahora nos parece el momento ideal para ampliar el grupo y lograr una escuela que tenga posibilidades de despuntar en temas técnico-estilísticos, al margen de la calidad intrínseca de las obras. El ingenio no se puede aprender, pero sí que se puede trabajar con unas premisas que nos diferencien de cualquier otra poesía que se haya escrito hasta la fecha. Iremos hablando de ello.

Por otra parte, te comprendo y más de lo que crees. Me preocupo mucho de todos los foristas, además, te he seguido desde Nueva Poesía, aquel foro donde había un buen equipo con Felipe, Venecia y tú, todos vosotros enamorados de la poesía. La experiencia es un grado, colega, y tú la tienes.

A día de hoy, tu ánimo sufre subidas y bajadas drásticas, porque tu amor a la poesía, tu inconformismo poético e intelectual, se enfrenta al tedio y a la banalidad que supone “marear la perdiz”, un círculo vicioso de foros, cometarios gratificantes de ida y vuelta, falta de motivación…, asuntos que tu mente se niega a asumir como presente y mucho menos como futuro poético.

Bueno, quizá ahora se te presente la oportunidad que te permita motivarte, sentirte con renovados ánimos, creer a pies juntillas que puedes aportar tu granito de arena al dificilísimo mundo de los poemas de una calidad por lo menos digna. Hablaremos.
Abrazos.

[Rafel Calle]

Muchas gracias, amigo Marius, te agradezco el comentario y me alegra que te haya gustado el poema.
Un cordial abrazo.

[Rafel Calle]

Muchas gracias, amigo José Manuel Acosta, te agradezco el comentario y me alegra que te haya gustado el poema.
Un cordial abrazo.

[Manuel Alonso]

Hola amigo, versos bellísimos construyendo una relación amorosa, me ha gustado mucho, gracias, un saludo.

[Rafel Calle]

Un poema soberbio. Un verdadero placer. Conforme lo iba leyendo me vinieron a la memoria los versos de M. Hernández Alrededor de tu piel /ato y desato la mía. / Un mediodía de miel /rezumas: un mediodía.

Enhorabuena, un abrazo y mi admiración.

Me uno a la petición de Julio: Poema de la semana.

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Muchas gracias, amiga Celia, te agradezco el comentario y me alegra que te haya gustado el poema.
Ay, el gran maestro Miguel Hernández, creo que sigue siendo el poeta que más me llega.
Abrazos.

[J. Paz]

Sentido. Un poema precioso, Rafel.
Saludos.

[Rafel Calle]

Hermoso poema, amigo Rafel, te has lucido con esos paisajes cálidos que describes, muy naturales y muy sensuales, me encanta la forma de adjetivar que tienes, este poema liba del dulce amor, se expande entre sabores y olores, y ya sabes que me zambullo en ellos y me lleno hasta la médula, me encantó, mucho. Creo que me subirá la glucosa.

Un fuerte abrazo.

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Muchas gracia, amiga Isabel, te agradezco el comentario y me alegra que te haya gustado el poema.
Tú siempre tan amable con mi humilde aportación a la lírica.
Abrazos.

[Rafel Calle]

Muchas gracias, amigo Ricardo, te agradezco el comentario y me alegra que te haya gustado el poema.
Un cordial abrazo.

[Antonio Justel]

Me imagino que vives en largo y con dulzura,
que siento los contornos de tu naturaleza,
que invernamos panales y cultura de abeja,
que te descubro al sol de la miel ya madura.

Te imagino desnuda frente al mundo,
como una flor de talle descarado,
jardín y redención de lo pasado
en el ansia del pétalo fecundo.

Imagina que ahora te llega discernir
la siembra tarda y cierto estío
en la tierra que habitan las flores carismáticas,
flujo mediterráneo, vegetación en vilo,
terreno de plantar las cosas de las hadas.

Imagina miradas de osadía nocturna,
devota al maquillaje
donde moran tus pliegues,
imagina disfraces de lisura,
el tuyo de satén y redondo de luna,
el mío de lamento por tardío,
los dos, bailando un vals en un suspiro,
el goce en un compás inolvidable
de la piel que se funde y forma la costumbre
de vivir al desnudo un mestizaje.

E imaginemos dos dulzores libres,
la miel por derroteros animales,
el mar, las manos, todo íntimamente extraño
en tu porte de íntima sirena,
en las fieras calientes de los dedos
que palpan luces y certezas
y también las columnas sostenibles
de un carácter que forja la aventura hogareña.

... no voy a descubrir nada significando este poema, Rafel, amigo; tu oficio de poeta y amante en el mundo hacen hoy lo demás: la altura observada; mis saludos; Orión

[Carlos Justino Caballero]

Me imagino que vives en largo y con dulzura,
que siento los contornos de tu naturaleza,
que invernamos panales y cultura de abeja,
que te descubro al sol de la miel ya madura.

Te imagino desnuda frente al mundo,
como una flor de talle descarado,
jardín y redención de lo pasado
en el ansia del pétalo fecundo.

Imagina que ahora te llega discernir
la siembra tarda y cierto estío
en la tierra que habitan las flores carismáticas,
flujo mediterráneo, vegetación en vilo,
terreno de plantar las cosas de las hadas.

Imagina miradas de osadía nocturna,
devota al maquillaje
donde moran tus pliegues,
imagina disfraces de lisura,
el tuyo de satén y redondo de luna,
el mío de lamento por tardío,
los dos, bailando un vals en un suspiro,
el goce en un compás inolvidable
de la piel que se funde y forma la costumbre
de vivir al desnudo un mestizaje.

E imaginemos dos dulzores libres,
la miel por derroteros animales,
el mar, las manos, todo íntimamente extraño
en tu porte de íntima sirena,
en las fieras calientes de los dedos
que palpan luces y certezas
y también las columnas sostenibles
de un carácter que forja la aventura hogareña.

Inmensidad de poema que, despues del comentario de Óscar, me lleva a guardar respetuoso silencio. Mis congratulaciones.

[Rafel Calle]

Muchas gracias, amigo Ramón, te agradezco el comentario y me alegra que te haya gustado el poema.
Abrazos.

[Rafel Calle]

Muchas gracias, amiga Cecilia, te agradezco el comentario y me alegra que te haya gustado el poema.
Un cordial abrazo.

[Rafel Calle]

Muchas gracias, amiga Carmen, tú siempre tan efusiva con mis humildes poemas.
Abrazos.