Editorial Alaire

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• -¿Es guapa? –Hermosa como pocas. El marido la pilló in fraganti con el jefe. A la chica le gustaba la buena vida, los regalos caros y él no podía ofrecerle ese ritmo de vida; finalmente, se veía venir, lo abandonó y se fue con el jefe. –¡Hombre! El dinero no lo es todo. Terció Mariano. ¿No será que el marido la tenía insatisfecha sexualmente hablando? –De todo puede haber, continúa Rafael, ten en cuenta que es una mujer joven, atractiva y probablemente muy seductora, es posible que el marido no pudiera satisfacerla en la medida que la chica lo necesita y por eso lo dejó, es lógico.
  
  Mariano traga saliva. En tanto se despide de Rafael, piensa en su joven y ardiente esposa. –“Las últimas semanas llega más tarde a casa con la excusa de que va al gimnasio, discutimos con frecuencia, he visto nueva lencería en su tocador y además huele diferente... En estos momentos Mariano ya se está pasando una mano por la frente y piensa en las veces que él mismo ha engañado a su mujer con una compañera de la oficina. -¿Porque ella habría de ser diferente?. Vuelve a pasarse la mano por la frente que exhala gruesas gotas de sudor mientras piensa en posibles adversarios. ¿El jefe, su monitor de spinning ó será ese compañero de trabajo recién ascendido, ó tal vez su ginecólogo? –Hm, nunca me gustó cómo la mira el maldito galeno.
  
  De camino a casa un semáforo en rojo lo detiene. Es un cruce y observa con estupor cómo lo atraviesa un moderno auto con una pareja dentro. -¡Es ella, es ella!. Trata de girar para perseguir al coche pero el semáforo vuelve a verde y la densa circulación se lo impide. Con gesto contraído decide aparcar el coche y tomar unas copas. Imagina a su mujer y al tipo haciendo el amor, ambos jadeantes. Siente que la tierra se abre a sus pies, imagina el ridículo, las miradas burlonas de sus amigos y se sumerge en el alcohol.
  
  Tic tac tic tac. Son las 02:00 de la madrugada. El llega a casa. La chica duerme con normalidad. La mira con ganas de estrangularla pero decide no molestarla y se queda en el sofá. El alcohol le ayuda a conciliar el sueño. Despierta. Frío y calculador se dirige a la cocina y prepara un abundante desayuno. Se dirige a la habitación conyugal, su esposa se está despertando. El la besa. Le habla suave, dulce, conciliador. Ella se disculpa. –Me quedé dormida esperándote, donde estuviste? –Nada, cielo, me retrasó el trabajo y cuando llegué dormías tan profundamente que no quise despertarte, por eso me quedé en el sofá. Te he preparado un buen desayuno. -¿Has preparado el desayuno, esto sí que es una sorpresa?. Mariano regresa con una bandeja llena de café, zumos, tostadas, frutas,… La chica de un trago bebe un largo vaso de zumo de naranja, a continuación unta una tostada y la devora entre risas. –Cariño que sorpresa más agradable, desayunar en la cama, espero que no sea la úuuultimmmmaaaaaaaaaa vezzzzz. Cae sobre la bandeja. El veneno había actuado rápido. Mariano toma café. Zumo. Tostada. Se sitúa al lado de la chica. La abraza y se dispone a morir junto a su amada.
  
  -Gracias a Dios que despiertas por fin. -¿Dónde estoy?. -Tuviste suerte, tal como habíamos quedado por la noche al salir del gimnasio, pasé por tu casa para ir juntas al trabajo. Me extrañó que no estuvieras lista y sobre todo que no atendías el timbre de casa. Tampoco cogías el teléfono y tu perrito no paraba de ladrar. Acudí al portero que no te había visto salir a ti ni a tu marido, así que decidió abrir la puerta y os encontramos echados en la cama inconscientes; de esto hace ya tres días. -¿Y Mariano, él donde está? –Lo siento querida, a ti te salvamos. Con él no llegamos a tiempo.

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Alonso:

Lo primero... Decirte que... cuando he leído lo de sus deseos de estrangularla, me ha hecho sonreir. Luego ha sido una sorpresa la elegancia con la que ha actuado, y su sangre fría más tarde al prepararla tan suculento desayuno.
Al final... ¡Qué mala suerte tuvo el pobre hombre!... Un fallo de cálculo, o el destino cruel habitual.

Fuen un placer la lectura. Mi afectuoso saludo. Raúl

Los celos nunca fueron buenos compañeros de viaje en el amor; a las pruebas hay que remitirse.
Salud.

Raúl Ferreiro Figueroa escribió:Alonso:

Lo primero... Decirte que... cuando he leído lo de sus deseos de estrangularla, me ha hecho sonreir. Luego ha sido una sorpresa la elegancia con la que ha actuado, y su sangre fría más tarde al prepararla tan suculento desayuno.
Al final... ¡Qué mala suerte tuvo el pobre hombre!... Un fallo de cálculo, o el destino cruel habitual.

Fuen un placer la lectura. Mi afectuoso saludo. Raúl

gracias Raul por tu simpático comentario; ya ves hasta donde llega
la pervesión

un abrazo

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Desde luego Alonso, nunca mejor dicho!
Me ha recordado este texto a un libro de Carlos Castilla del Pino, por lo de la casualidad y la perversión.

Un placer

Besos

Sara

TE FELICITO RAÚL, A MÍ SE OCURRIÓ UNA VEZ ESTRANGULAR A MI ESPOSO YA QUE TENÍA MUCHO SUEÑO Y ÉL RONCABA, ASÍ QUE ME FUÍ AL SOFA Y ME DORMÍ ALLÍ...ME GUSTÓ EL TEMA DEL DESAYUNO...UN ABRAZO CORDIAL!!
ALICIA ACUÑA

Los celos nunca han sido buenos compañeros de viaje. Leo con atención y surge la sonrisa en más de una ocasión, pero lo mejor es el final, absolutamente inesperado. Estaré atenta por si alguna vez me quieren traer el desayuno a la cama jajajaj. Un placer, aunque escalofriante, leerte

Un beso que te llegue al corazón

Ana

Julio González Alonso escribió:Los celos nunca fueron buenos compañeros de viaje en el amor; a las pruebas hay que remitirse.
Salud.

gracias Julio

por tu lectura y amable comentario

recibe un abrazo

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S.Castelar escribió:Desde luego Alonso, nunca mejor dicho!
Me ha recordado este texto a un libro de Carlos Castilla del Pino, por lo de la casualidad y la perversión.

Un placer

Besos

Sara

Gracias Sara por la lectura y la referencia que ofreces

un beso amiga

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Tampoco yo te conocía esa faceta del relato. jajaja, muy bueno... Ese malvado salió mal parado, en vez de esperar...por celoso...
Me hiciste recordar del dicho " De lo que te digan, no creas nada, d elo que veas, cree, la mitad".

Un abrazo.

Alicia Acuña escribió: TE FELICITO RAÚL, A MÍ SE OCURRIÓ UNA VEZ ESTRANGULAR A MI ESPOSO YA QUE TENÍA MUCHO SUEÑO Y ÉL RONCABA, ASÍ QUE ME FUÍ AL SOFA Y ME DORMÍ ALLÍ...ME GUSTÓ EL TEMA DEL DESAYUNO...UN ABRAZO CORDIAL!!
ALICIA ACUÑA

gracias Alicia,

pero porqué me llamas Rául ¿qué te he hecho yo?


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Ana Villalobos Carballo escribió:Los celos nunca han sido buenos compañeros de viaje. Leo con atención y surge la sonrisa en más de una ocasión, pero lo mejor es el final, absolutamente inesperado. Estaré atenta por si alguna vez me quieren traer el desayuno a la cama jajajaj. Un placer, aunque escalofriante, leerte

Un beso que te llegue al corazón

Ana

gracias Ana

sorry el retraso, ni me acordaba que tenía este minirelato


un beso

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Antonietta Valentina escribió:Tampoco yo te conocía esa faceta del relato. jajaja, muy bueno... Ese malvado salió mal parado, en vez de esperar...por celoso...
Me hiciste recordar del dicho " De lo que te digan, no creas nada, d elo que veas, cree, la mitad".

Un abrazo.

bueno el dicho, mejor hacerle caso

un beso Antonietta

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Has elegido sorprender al lector. Y está muy bien, eso es lo que él espera. A mí, aún sorprendida : ), me han interesado los motivos. Por ello te animo a que continúes la historia y sigas sorprendiendo al lector. Quizá se pueda pensar que las explicaciones de quien contesta al 'protagonista', no son motivo suficiente para provocar los hechos. Por desgracia, sí. Conozco una historia real que, sin llegar a tal extremo, supuso que la (su) mujer recibiera una paliza de la que le costó meses recuperarse. Yo creo que tu protagonista -como casi todas las personas que pueden actuar de esa forma, es alguien a quien le falta seguridad en sí misma, y no sé si una noche es tiempo suficiente -más cuando dejas constancia de que el alcohol le ayuda a dormir- para desencadear una reaccion tan 'fría'.

Aplausos, guajín : )

Blanca

Alonso de Molina escribió:.

• -¿Es guapa? –Hermosa como pocas. El marido la pilló in fraganti con el jefe. A la chica le gustaba la buena vida, los regalos caros y él no podía ofrecerle ese ritmo de vida; finalmente, se veía venir, lo abandonó y se fue con el jefe. –¡Hombre! El dinero no lo es todo. Terció Mariano. ¿No será que el marido la tenía insatisfecha sexualmente hablando? –De todo puede haber, continúa Rafael, ten en cuenta que es una mujer joven, atractiva y probablemente muy seductora, es posible que el marido no pudiera satisfacerla en la medida que la chica lo necesita y por eso lo dejó, es lógico.
  
  Mariano traga saliva. En tanto se despide de Rafael, piensa en su joven y ardiente esposa. –“Las últimas semanas llega más tarde a casa con la excusa de que va al gimnasio, discutimos con frecuencia, he visto nueva lencería en su tocador y además huele diferente... En estos momentos Mariano ya se está pasando una mano por la frente y piensa en las veces que él mismo ha engañado a su mujer con una compañera de la oficina. -¿Porque ella habría de ser diferente?. Vuelve a pasarse la mano por la frente que exhala gruesas gotas de sudor mientras piensa en posibles adversarios. ¿El jefe, su monitor de spinning ó será ese compañero de trabajo recién ascendido, ó tal vez su ginecólogo? –Hm, nunca me gustó cómo la mira el maldito galeno.

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