Endecha blanca
Publicado: Sab, 04 May 2013 10:26
Endecha blanca
Y pues renuncio a toda pertenencia
(aguanta, corazón)
después, cuando la oscuridad se cierna, si aún lo deseas,
compartiré contigo lo poco que me quede: un puñado de olvido.
Blanca Sandino
Por ese puñado tuyo de olvido, Blanca,
sembrado entre amapolas y trigo verde,
déjame cantarte versos,
a solas...
como te abraza el silencio.
Enmudeció su canto la paloma,
dijiste un día.
Enmudeció, sí...
porque ya no le cuentas tus anhelos
y el laurel de tu casa languidece
roto de pena,
quedo de vida y misterios.
Tampoco llora aquel saxo que fuera mudo testigo
de tus engarces en letras una mañana de otoño.
No te hace falta que suene, Blanca,
no te hace falta
para acompañar tus versos.
Puedes irte a dormir con las estrellas,
no temas que tus sueños de niña, tus pertenencias
mueran en ese puñado tuyo de olvido.
Puedes irte a dormir porque te adoran
el silencio,
el eco de la brisa en los trigales,
las amapolas,
tus amigos de siempre...
y hasta la blanca paloma.
Víctor F. Mallada
Y pues renuncio a toda pertenencia
(aguanta, corazón)
después, cuando la oscuridad se cierna, si aún lo deseas,
compartiré contigo lo poco que me quede: un puñado de olvido.
Blanca Sandino
Por ese puñado tuyo de olvido, Blanca,
sembrado entre amapolas y trigo verde,
déjame cantarte versos,
a solas...
como te abraza el silencio.
Enmudeció su canto la paloma,
dijiste un día.
Enmudeció, sí...
porque ya no le cuentas tus anhelos
y el laurel de tu casa languidece
roto de pena,
quedo de vida y misterios.
Tampoco llora aquel saxo que fuera mudo testigo
de tus engarces en letras una mañana de otoño.
No te hace falta que suene, Blanca,
no te hace falta
para acompañar tus versos.
Puedes irte a dormir con las estrellas,
no temas que tus sueños de niña, tus pertenencias
mueran en ese puñado tuyo de olvido.
Puedes irte a dormir porque te adoran
el silencio,
el eco de la brisa en los trigales,
las amapolas,
tus amigos de siempre...
y hasta la blanca paloma.
Víctor F. Mallada