Editorial Alaire

Impenetrables, como la piel de las piedras,

son todos los que alguna vez quisieron

compartir conmigo sus ojos abiertos,

tentar mi mano, acercarse lo bastante,

abrirse como zanjas ante mí.


Y sin embargo, dubitativos,

cautos, se cercaron

con el vallado opaco de unas palabras sinceras

que, al igual que un salto de agua cuando repela las rocas

y su impulso precipita una cortina

sobre la cueva bostezada por la tierra,

echaban un telón sobre otras muchas

tan solo conocidas por su lengua.


Dices que reniego y me distraigo

de cuanto hermoso se cierne sobre el mundo,

que admiro a la muerte y al dolor,

que acato solo

el sufrimiento del fruto al ser podado

y arrojado a la fosa común de la cosecha.


Pero conoces mi risa,

sabes bien que el Sol alegra mi semblante

y que la noche

no logra oscurecerme por completo.


Hoy he visto a un muchacho hacerse viento,

volar como ET en su bicicleta,

viajar hacia los faros de los coches como Icaro hacia el Sol,

y eso era hermoso.


Pero tú ya lo sabes

porque mi piel es permeable a tu mirada

y hace tiempo

que eres en mí,

que soy en ti.




_____________________________

Te has hecho imprescindible en mis lecturas, me enseñas y disfruto tus hermosos versos, inteligentes y profundos.
Besos
Pilar

Hermoso y profundo poema, felicitaciones.

Bellísimo poema, instrospectivo, reflexivo.

Como siempre, maravilloso leerte.

Un abrazo.

grandiosa es la imagen que nos dejas es un gran placer leerte

saludos poeta

Qué gozada de lectura...
Felicitaciones, Ramón.

Muy, muy bueno.Un lujo
Saludos
angel

Ramón Ataz escribió:Impenetrables, como la piel de las piedras,

son todos los que alguna vez quisieron

compartir conmigo sus ojos abiertos,

tentar mi mano, acercarse lo bastante,

abrirse como zanjas ante mí.


Y sin embargo, dubitativos,

cautos, se cercaron

con el vallado opaco de unas palabras sinceras

que, al igual que un salto de agua cuando repela las rocas

y su impulso precipita una cortina

sobre la cueva bostezada por la tierra,

echaban un telón sobre otras muchas

tan solo conocidas por su lengua.


Dices que reniego y me distraigo

de cuanto hermoso se cierne sobre el mundo,

que admiro a la muerte y al dolor,

que acato solo

el sufrimiento del fruto al ser podado

y arrojado a la fosa común de la cosecha.


Pero conoces mi risa,

sabes bien que el Sol alegra mi semblante

y que la noche

no logra oscurecerme por completo.


Hoy he visto a un muchacho hacerse viento,

volar como ET en su bicicleta,

viajar hacia los faros de los coches como Icaro hacia el Sol,

y eso era hermoso.


Pero tú ya lo sabes

porque mi piel es permeable a tu mirada

y hace tiempo

que eres en mí,

que soy en ti.




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Un poema para degustar una y otra vez, elegante y fino. Me encantó.
Un beso, poeta

[quote="Ramón Ataz"]
Es muy hermosa la certeza final, esa perfecta conjunción que trasciende el dolor del mundo, su persistente desdicha. Abrazos.

Ontología confidencial en la voz del poeta. Trazos valiosos e inmortales, Ramón.
Siempre es un placer inhalar tus versos.

Abrazos.

Reflexiones profundas que sacan de la vida lo que alma
necesita para comprender que la satisfación está en uno mismo
igual que la imagen de las cosas.
Así lo entregas en ese final agudo que llega
a los adentros de las emociones aunque. no lo parezca.

Disfruté como un enano de tu idioma poetico y de tu gráfico mensaje.

un abrazo

Siento una conexión especial con tu poesía, Ramón, lo que hace que disfrute de cada uno de tus poemas, tanto aquí como en tu blog.

Un abrazo.

Hola Ramón.
Belleza en estos versos y calidez, y sinceridad, y seguramente, amor.
Se ha encantado la sencillez y la frescura del poema. Un abrazo.
Mario.

Pilar Morte escribió:Te has hecho imprescindible en mis lecturas, me enseñas y disfruto tus hermosos versos, inteligentes y profundos.
Besos
Pilar

Muchas gracias, Pilar. Tus palabras me llenan de orgullo, amiga.

Un abrazo.

Marius Gabureanu escribió:Hermoso y profundo poema, felicitaciones.

Muchas gracias, Marius.

Un abrazo.