Formaldehido
Moderador: Webmaster
Formaldehido
A veces los versos se resecan
y mis labios ruegan la voz de otros afluentes.
Porque hay en otras aguas
a pesar de sus adioses sempiternos,
un vaho que preserva las esencias en su espejo.
Y hay yoes columpiándose y risas enganchadas,
en las ramas que perduran en los ríos.
Yoes y risas que no riman con las flores de costumbre…
Sedición de las verdades cinceladas;
de las piedras desatadas del corsé .
Me diluyo entonces en caóticas corrientes…
regreso a mí,
y entre augurios de archipiélago y cascada
se fragmenta la memoria en cuerpos gélidos.
Porque entre lo que soy y lo que soy,
desanda el tiempo jardines marchitados,
y princesas marchitadas,
que comiéndose las uñas,
siguieron con las dedos.
Forjo entonces
guaridas en los bordes escarpados,
de cualquier mirada que llorando,
moje una palabra,
una palabra que no sueñe antologías,
ni primaveras recurrentes…
que me sueñe a mí, en su contexto preferido.
Y soy
la flor de escarcha en los orígenes,
y en el formaldehído de mis venas…,
mis códigos distintos.
y mis labios ruegan la voz de otros afluentes.
Porque hay en otras aguas
a pesar de sus adioses sempiternos,
un vaho que preserva las esencias en su espejo.
Y hay yoes columpiándose y risas enganchadas,
en las ramas que perduran en los ríos.
Yoes y risas que no riman con las flores de costumbre…
Sedición de las verdades cinceladas;
de las piedras desatadas del corsé .
Me diluyo entonces en caóticas corrientes…
regreso a mí,
y entre augurios de archipiélago y cascada
se fragmenta la memoria en cuerpos gélidos.
Porque entre lo que soy y lo que soy,
desanda el tiempo jardines marchitados,
y princesas marchitadas,
que comiéndose las uñas,
siguieron con las dedos.
Forjo entonces
guaridas en los bordes escarpados,
de cualquier mirada que llorando,
moje una palabra,
una palabra que no sueñe antologías,
ni primaveras recurrentes…
que me sueñe a mí, en su contexto preferido.
Y soy
la flor de escarcha en los orígenes,
y en el formaldehído de mis venas…,
mis códigos distintos.
"Para saber que sabemos lo que sabemos, y saber que no sabemos lo que no sabemos, hay que tener cierto conocimiento" (Nicolás Copérnico)
Ver es más que abrir los ojos y apuntar nuestras angustias. Es más que calibrar las agujas del pecho a la rutina.
( http://lascosasdelmonje.blogspot.com/ )
Ver es más que abrir los ojos y apuntar nuestras angustias. Es más que calibrar las agujas del pecho a la rutina.
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- Mensajes: 3014
- Registrado: Vie, 15 Jul 2011 6:15
- Ubicación: Costa Rica
Oh, oh Gerardo. Divinidad de ethanoles y lírica incendiaria. Mojar las palabras en el alado y humanísimo avatar del yo -esencial e indestructible- el que ha roido las contiendas, el que sabe de mareas y lumbre.
La imagen de las princesas como flores secas, desvencijadas en su primor , lejanas en su existencia de Dulcinea... Grandioso, poeta.
Un poema bellísimo, temerario, excelente.
Aplausos a granel,
Hallie
La imagen de las princesas como flores secas, desvencijadas en su primor , lejanas en su existencia de Dulcinea... Grandioso, poeta.
Un poema bellísimo, temerario, excelente.
Aplausos a granel,
Hallie
Última edición por Hallie Hernández Alfaro el Lun, 04 Feb 2013 12:00, editado 1 vez en total
- Mensajes: 17393
- Registrado: Mié, 16 Ene 2008 23:20
re: Formaldehido
Excelentes las imágenes en los versos, esa estrofa final es profundamente elocuente y -llegadora-.
Un abrazo grande
Un abrazo grande
Liz Barrio
http://barrioliz22.blogspot.mx/
Re: Formaldehido
[quote="Gerardo Mont"]
A veces, hay que acudir a lo salvaje, a lo primitivo e incondicionado, para rescatar la musa huidiza. Muy bellos versos, Gerardo. Un abrazo.
A veces, hay que acudir a lo salvaje, a lo primitivo e incondicionado, para rescatar la musa huidiza. Muy bellos versos, Gerardo. Un abrazo.
- Mensajes: 4251
- Registrado: Dom, 26 Feb 2012 20:37
Re: Formaldehido
Gerardo Mont escribió:A veces los versos se resecan
y mis labios ruegan la voz de otros afluentes.
Porque hay en otras aguas
a pesar de sus adioses sempiternos,
un vaho que preserva las esencias en su espejo.
Y hay yoes columpiándose y risas enganchadas,
en las ramas que perduran en los ríos.
Yoes y risas que no riman con las flores de costumbre…
Sedición de las verdades cinceladas;
de las piedras desatadas del corsé .
Me diluyo entonces en caóticas corrientes…
regreso a mí,
y entre augurios de archipiélago y cascada
se fragmenta la memoria en cuerpos gélidos.
Porque entre lo que soy y lo que soy,
desanda el tiempo jardines marchitados,
y princesas marchitadas,
que comiéndose las uñas,
siguieron con las dedos.
Forjo entonces
guaridas en los bordes escarpados,
de cualquier mirada que llorando,
moje una palabra,
una palabra que no sueñe antologías,
ni primaveras recurrentes…
que me sueñe a mí, en su contexto preferido.
Y soy
la flor de escarcha en los orígenes,
y en el formaldehído de mis venas…,
mis códigos distintos.
Siempre tu voz poética con esa fuerza que te caracteriza.
Este poema es de una profundidad abismal en la cual uno cae al leerlo. Un abrazo! Luna.-
De hecho todos, ningùn poema se concluye ni comprende del todo.
José Chapa
http://www.karikanfibolia.blogspot.com
http://www.elsolyanoeselsol.blogspot.com
José Chapa
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re: Formaldehido
Encuentro fuerza y belleza en tus versos. Un placer
Abrazos
Pilar
Abrazos
Pilar
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- Registrado: Sab, 19 Ene 2008 3:19
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Re: Formaldehido
A veces los versos se resecan
y mis labios ruegan la voz de otros afluentes.
Sí, por lo visto, nos pasa a muchos, aunque no creo que sea nada grave. Efectivamente, la sequedad se combate con el agua.
Porque hay en otras aguas
a pesar de sus adioses sempiternos,
un vaho que preserva las esencias en su espejo.
Y hay yoes columpiándose y risas enganchadas,
en las ramas que perduran en los ríos.
Yoes y risas que no riman con las flores de costumbre…
Sedición de las verdades cinceladas;
de las piedras desatadas del corsé .
Sí, en la variación está el gusto. Y me alegro de que haya otras aguas, aguas de la magnitud que dices. Y sí, las similitudes crean sinergias y si, además, derriban tópicos y restricciones majaderas, pues, parece muy reconfortante. Por cierto, adioses sempiternos diría que es lo mismo que no llegar a marcharnos; bueno, es una forma de permanecer. No voy a decir lo que le dijo Charlton Heston a Gregory Peck, en Horizontes de Grandeza, después de que Peck retara a Heston, diciéndole que quería despedirse con una pelea que, a la postre, duró toda la noche: “Amigo, tengo que reconocer que se toma su tiempo en despedirse”. En fin, creo que los poetas somos, si cabe, más neuróticos que la gente normal, así que, no podemos escapar de los vaivenes del carácter, pero tampoco podemos huir de nuestro destino. Quizá, aquí y ahora. Lo demás importa menos, exactamente, en la medida que nos dé la gana.
Me diluyo entonces en caóticas corrientes…
regreso a mí,
y entre augurios de archipiélago y cascada
se fragmenta la memoria en cuerpos gélidos.
Pues sí, el caldo de cultivo se presta a lo que dices.
Porque entre lo que soy y lo que soy,
desanda el tiempo jardines marchitados,
y princesas marchitadas,
que comiéndose las uñas,
siguieron con las dedos.
Se es, no puede ser de otra forma, a pesar de los pesares.
Forjo entonces
guaridas en los bordes escarpados,
de cualquier mirada que llorando,
moje una palabra,
una palabra que no sueñe antologías,
ni primaveras recurrentes…
que me sueñe a mí, en su contexto preferido.
Se busca ser cierto, ciertamente. Se busca la emoción por la vía de uno mismo. No se quieren reconocimientos. Pero, sin embargo, se busca “una palabra que me sueñe a mí”, es decir, una transmisión personalizada o el estilo de un autor. Se busca y se quiere encontrar mucho.
Y soy
la flor de escarcha en los orígenes,
y en el formaldehído de mis venas…,
mis códigos distintos.
Se dice que se es… Definitivamente, se es humilde, cancerígeno, maleable, convertible, muy aprovechable, esencialmente, naturaleza del caos que es el mundo de los vertebradores de ideas por amor a su arte.
Y sí, pasión por las palabras.
Ha sido un placer leerte. Felicidades por el trabajo, un poema de bajón que, sin embargo, respira optimismo, una forma de encarar el poema, y, sobre todo, una declaración de intenciones que quieren salvaguardar la libertad del escritor.
Un fuerte abrazo, compañero.
y mis labios ruegan la voz de otros afluentes.
Sí, por lo visto, nos pasa a muchos, aunque no creo que sea nada grave. Efectivamente, la sequedad se combate con el agua.
Porque hay en otras aguas
a pesar de sus adioses sempiternos,
un vaho que preserva las esencias en su espejo.
Y hay yoes columpiándose y risas enganchadas,
en las ramas que perduran en los ríos.
Yoes y risas que no riman con las flores de costumbre…
Sedición de las verdades cinceladas;
de las piedras desatadas del corsé .
Sí, en la variación está el gusto. Y me alegro de que haya otras aguas, aguas de la magnitud que dices. Y sí, las similitudes crean sinergias y si, además, derriban tópicos y restricciones majaderas, pues, parece muy reconfortante. Por cierto, adioses sempiternos diría que es lo mismo que no llegar a marcharnos; bueno, es una forma de permanecer. No voy a decir lo que le dijo Charlton Heston a Gregory Peck, en Horizontes de Grandeza, después de que Peck retara a Heston, diciéndole que quería despedirse con una pelea que, a la postre, duró toda la noche: “Amigo, tengo que reconocer que se toma su tiempo en despedirse”. En fin, creo que los poetas somos, si cabe, más neuróticos que la gente normal, así que, no podemos escapar de los vaivenes del carácter, pero tampoco podemos huir de nuestro destino. Quizá, aquí y ahora. Lo demás importa menos, exactamente, en la medida que nos dé la gana.
Me diluyo entonces en caóticas corrientes…
regreso a mí,
y entre augurios de archipiélago y cascada
se fragmenta la memoria en cuerpos gélidos.
Pues sí, el caldo de cultivo se presta a lo que dices.
Porque entre lo que soy y lo que soy,
desanda el tiempo jardines marchitados,
y princesas marchitadas,
que comiéndose las uñas,
siguieron con las dedos.
Se es, no puede ser de otra forma, a pesar de los pesares.
Forjo entonces
guaridas en los bordes escarpados,
de cualquier mirada que llorando,
moje una palabra,
una palabra que no sueñe antologías,
ni primaveras recurrentes…
que me sueñe a mí, en su contexto preferido.
Se busca ser cierto, ciertamente. Se busca la emoción por la vía de uno mismo. No se quieren reconocimientos. Pero, sin embargo, se busca “una palabra que me sueñe a mí”, es decir, una transmisión personalizada o el estilo de un autor. Se busca y se quiere encontrar mucho.
Y soy
la flor de escarcha en los orígenes,
y en el formaldehído de mis venas…,
mis códigos distintos.
Se dice que se es… Definitivamente, se es humilde, cancerígeno, maleable, convertible, muy aprovechable, esencialmente, naturaleza del caos que es el mundo de los vertebradores de ideas por amor a su arte.
Y sí, pasión por las palabras.
Ha sido un placer leerte. Felicidades por el trabajo, un poema de bajón que, sin embargo, respira optimismo, una forma de encarar el poema, y, sobre todo, una declaración de intenciones que quieren salvaguardar la libertad del escritor.
Un fuerte abrazo, compañero.
"Forjo entonces
guaridas en los bordes escarpados,
de cualquier mirada que llorando,
moje una palabra,
una palabra que no sueñe antologías,
ni primaveras recurrentes...
que me sueñe a mí, en su contexto preferido."
Maravillosa estrofa en un excelente poema introspectivo, que clama por conservar la verdadera identidad y esencia de nuestra palabra, aun en la vorágine y el caos de "corrientes emocionales" que nos habitan y a veces nos llaman, pero también nos alejan.
Gracias por compartir la enorme calidad de tu pluma, Gerardo. Mis felicitaciones sinceras, amigo. Un abrazo.
guaridas en los bordes escarpados,
de cualquier mirada que llorando,
moje una palabra,
una palabra que no sueñe antologías,
ni primaveras recurrentes...
que me sueñe a mí, en su contexto preferido."
Maravillosa estrofa en un excelente poema introspectivo, que clama por conservar la verdadera identidad y esencia de nuestra palabra, aun en la vorágine y el caos de "corrientes emocionales" que nos habitan y a veces nos llaman, pero también nos alejan.
Gracias por compartir la enorme calidad de tu pluma, Gerardo. Mis felicitaciones sinceras, amigo. Un abrazo.
Última edición por Luis M. el Dom, 10 Feb 2013 14:39, editado 1 vez en total
- Mensajes: 17393
- Registrado: Mié, 16 Ene 2008 23:20
Como siempre, Gerardo, es un placer pasar por lo que escribes, por esa forma que tienes de decir las cosas, tan elegante, que hace que percibamos su profundidad cuando las pensamos después.
Un abrazo.
Un abrazo.
*** *** ***
así voy yo, borracho melancólico,
guitarrista lunático, poeta,
y pobre hombre en sueños,
siempre buscando a Dios entre la niebla.
(Antonio Machado - Es una tarde cenicienta y mustia)
así voy yo, borracho melancólico,
guitarrista lunático, poeta,
y pobre hombre en sueños,
siempre buscando a Dios entre la niebla.
(Antonio Machado - Es una tarde cenicienta y mustia)
Re: Formaldehido
Muy bello poema de Gerardo.
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