Editorial Alaire

Andrés Rebolledo escribió:
(a E.)

-I-

Polibio encera las tablillas,
Purcell habla, Abdelazer ejecuta
con elegancia el cifrado:
la llama azul
-en círculos desbocados-
pespuntea la oscuridad:
conforma un vacío.
Abre
la tensión de las cuerdas
inmensas alas:
desolación extrema.
Prueba
el contrapunto improbables ríos
de navegación curtida en lo breve:
soledad circundada.
(Belleza desbordante)
-II-

Percolada la tristeza
por la greda del vivir cotidiano habito el territorio
del alcaraván crepuscular: las estribaciones
de tu voz. (Versos poderosos)

Las modulaciones exactas de su armonía,
el escabel de distancia que aupa a los nombres que a ti conducen
son referencias
que escojo y escondo
trocado en una sombra que no tiene rostro. (Mención de honor)
Las folías
de Antonio de Cabezón
me devuelven el cuerpo tibio y lento,
y paran la crueldad del desconcertado instante final
de este viento necesario que emigra en silencio. (Alucinante esta agitación de cuerdas poéticas)


Asumo pues el hallazgo yermo de latidos asíncronos
y sonrío con pena a los pasajero agrios
de trenes fuertemente vigilados
que pasan delante de la habitación que vuelve a cerrarse.



-III-

Este cementerio de barcos olvidados,
los abrazos rotos -premonición
de la partitura: Purcell, Antonio de Cabezón-
y esta derrota en vano.




2012


**