Editorial Alaire

Os confieso que quise abandonar,
se había silenciado el concierto,
advertido el violín desafinado.

Os confieso que había perdido la fuerza de la insistencia
y una tristeza grande se apoderó de la ausencia.
Nada era ni soy, perdidos los poemas
que llenaban el cerebro de mi vientre.

Os confieso que extravié las voces
y el tiempo hizo muda la voz,
vosotros estabais lejos y no tenía pies
para seguir las huellas de los surcos.

Quise abandonar
pero el vacío fue más fuerte
que la huida de la palabra.

Y aquí estoy, intentando resucitar
y levantar la losa para poder regar las raíces de mi alma.

No creo que haya losas capaces de apagar tu palabra. Siempre es un placer leerte. Un abrazo.
Soledad

Bien regaste las raíces, porque el árbol de tu verso resucita
cada vez que mueves la palabra desde el cerebro de tu vientre.

Un abrazo

Guillermo

Cómo entiendo tus palabras, Pilar, pero no te veo nada desinspirada, al contrario, alguna luz te guía e ilumina en la poesía. Y me encanta que así sea, un abrazo.

[quote="Pilar Morte"]

Me gusta especialmente el final: regar las raíces del alma. Bellísima metáfora. Un saludo.

Una reflexión interesante sobre la duda, el vacío creativo frente al papel en blanco a la hora del acto creativo. Creo que a todos los que nos dedicamos a estos menesteres, nos ha ocurrido algo parecido, y la verdad es que da lugar a mucha angustia y depresión. Pero mi propia experiencia y la de otros está a favor de que todo esto es pasajero, y desde cierto punto de vista, positivo, ya que casi siempre supone una evolución; el autor se exige más y da un salto creativo hacia delante.

Bicos, querida amiga.