Publicado: Dom, 23 Sep 2012 17:44
Siempre haces gala de una gran lucidez en tus poemas. Me ha parecido una excelente entrega. Un abrazo.
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Juan Fionello escribió:
Dentro ocurren cataclismos
o quizá deba decir que este pequeño
dolor acomodado es un desastre.
Parece ser un final, como el retiro del alma,
la dimisión injusta de la sangre
aburrida de rodar a todas horas
por el cauce ensangrentado de mis venas.
En muchos hombres los brazos
retienen algún músculo
capaz aún de bruñir la piel vacía.
Hay disconformidad, hay desajuste
entre la tierna sonrisa de los niños
y el confinado desdén de un moribundo.
Y esto lo pienso
bajo los haces amarillos de una bombilla torpe
acusada de brillar en el vacío
a costa de explotar sus filamentos.
Dos mujeres marchan lentas
camino a la asamblea callejera de varios fumadores sonrientes.
Una confunde su llanto con su voz, mientras la otra
se apoya en cada uno de los pétalos
que viene deshojando su equilibrio y todo,
todo es amarillo, la ropa, las paredes,
la azafranada luz de la penumbra,
el tañido regular de mis pulmones que sugieren, por fin lúcidos,
un cataclismo, un desastre,
un minúsculo dolor,
una agonía.
Me alegra que te haya gustado, Tocayo. Muchas gracias por tus palabras.Ramón Carballal escribió:Siempre haces gala de una gran lucidez en tus poemas. Me ha parecido una excelente entrega. Un abrazo.
Juan Fionello escribió:
Y esto lo pienso
bajo los haces amarillos de una bombilla torpe
acusada de brillar en el vacío
a costa de explotar sus filamentos.
Muchas gracias, Rafel. Tus comentarios siempre llevan ese análisis profundo que demuestra dedicación y generosidad por tu parte. Como decía en mi respuesta al comentario de Pablo, a mi participación en el foro, al estímulo que las lecturas de la obra de otros compañeros y los comentarios que ellas provocan, le debo un interés por evolucionar y, en particular, por salir de un mundo excesivamente introspectivo que era en el que siempre me había movido. No sé si ello lleva aparejada una mejora en lo escrito, pero sin duda provoca una mejora en mi actitud ante la poesía.Rafel Calle escribió:Juan Fionello escribió:
Dentro ocurren cataclismos
o quizá deba decir que este pequeño
dolor acomodado es un desastre.
Parece ser un final, como el retiro del alma,
la dimisión injusta de la sangre
aburrida de rodar a todas horas
por el cauce ensangrentado de mis venas.
En muchos hombres los brazos
retienen algún músculo
capaz aún de bruñir la piel vacía.
Hay disconformidad, hay desajuste
entre la tierna sonrisa de los niños
y el confinado desdén de un moribundo.
Y esto lo pienso
bajo los haces amarillos de una bombilla torpe
acusada de brillar en el vacío
a costa de explotar sus filamentos.
Dos mujeres marchan lentas
camino a la asamblea callejera de varios fumadores sonrientes.
Una confunde su llanto con su voz, mientras la otra
se apoya en cada uno de los pétalos
que viene deshojando su equilibrio y todo,
todo es amarillo, la ropa, las paredes,
la azafranada luz de la penumbra,
el tañido regular de mis pulmones que sugieren, por fin lúcidos,
un cataclismo, un desastre,
un minúsculo dolor,
una agonía.
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Muy hermoso trabajo, amigo Juan, y una sinfonía de ámbitos metafóricos consecuentes, percusiones idiomáticas y exquisiteces literarias, al amparo de una batuta que en cada nueva obra que muestra adquiere más cuajo, más importancia en el elemento artístico que desarrolla.
En cuanto al asunto, pues, no sé, los fumadores tenemos muchos boletos para morar en las salas de espera de algún pulmón suspendido o de la alegoría de una respiración lapidaria. Espero que tú no seas fumador... Hablando de pulmones, mi padre murió prácticamete asfixiado y, sí, fumaba.
Ha sido un placer leerte. Felicidades por el poema, un buen trabajo, colega.
Un cordial abrazo.
Muchísimas gracias, Pepa. Tú siempre amable, siempre generosa, siempre alentadora. Eso sí que es un privilegio para mí.Josefa A. Sánchez escribió:Se palpa la tristeza en estas letras y a pesar del tema que trata el poema es hermoso en el trazo de esa penumbra desalentadora que conocemos los que por la razón que sea frecuentamos los hospitales. Un privilegio seguirte.
Un abrazo.
Pepa