Editorial Alaire

Presente en la febril caballería,
que vaga presurosa por la arena,
extiendes una tela de sandía
bañada en estibor por luna llena.

Si asoma en tu registro la porfía
que no la mar el acto te cercena,
como una esponja breve, que confía
su casta ingenuidad sobre una almena.

¿Cuántos temblores níveos ha vivido
tu calbagar de luz en el estruendo,
de cada acontecer adormecido?

Sigue cavando minas, sigue oyendo
el retumbar filtrado y redimido,
donde la espuma nace y va muriendo.

Alberto Madariaga
(2008)
de "Zoológico"

Buenos versos y musicalidad en un poema hermoso. Un placer leerte
Abrazos
Pilar

Espléndido soneto, amigo con un final de muy gratificante lirismo.
Lujosas las dos estrofas primeras (serventesios)


Un abrazo

Guillermo

Hermoso soneto, amigo Alberto, que me parece una bella alegoría. Efectivamente, aprovechando el crustáceo que nombra el título de la obra, nos sirves un soneto monorrítmico que desarrolla los andares de un tropel de patas, pero también podrían ser las correrías vivenciales de un "bicho" de solo dos pies.
Ha sido un placer leerte. Felicidades por el trabajo.
Un cordial abrazo.

Alberto Madariaga escribió:Presente en la febril caballería,
que vaga presurosa por la arena,
extiendes una tela de sandía
bañada en estibor por luna llena.

Si asoma en tu registro la porfía
que no la mar el acto te cercena,
como una esponja breve, que confía
su casta ingenuidad sobre una almena.

¿Cuántos temblores níveos ha vivido
tu calbagar de luz en el estruendo,
de cada acontecer adormecido?

Sigue cavando minas, sigue oyendo
el retumbar filtrado y redimido,
donde la espuma nace y va muriendo.

Alberto Madariaga
(2008)
de "Zoológico"

Bueno y singular poema como soneto,
hay que ser poeta para amar en verdad a la naturaleza.
Tu poema es una muestra

Abrazos

lázaro.

He disfrutado este soneto, Alberto, es hermoso y original.
Un saludo cordial.