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Publicado: Dom, 28 Jul 2013 13:47
por Carmen López
Me ha gustado este poema que alguien tuvo a bien recuperar, algo de tristeza en el mirar, pero un nido esperanzador en la palabra.
Mis felicitaciones. Escrito a mano alzada, un arte en el decir.

Abrazos.

Carmen

Re: Tiempo de espera

Publicado: Lun, 29 Jul 2013 3:51
por Óscar Distéfano
Rafael Valdemar escribió:Con seguridad no lo sé, aunque presienta
que la vida indignada se me escapa en cada sueño
que la utopía envuelve con su mortaja.
Por eso un escalofrío muerde mis costados;
precisamente ahora que la tarde se ha hecho un vértigo
que la inquietud del instante transita,
y el silencio se arrodilla, pide clemencia,
porque un ejército de gritos no dan tregua
y envilecidos han ocupado su espacio.
Todo se convierte en indefensión,
todo es sed de amor que no encuentra manantial
y se extiende como un desierto que al corazón agrieta:
le nace, con pétalos lacerantes, la flor de un epitafio.

Ya es inútil esperar un armisticio
cuando la batalla ha calcinado nuestra fe
y en lontananza sólo queda temblando entre fusiles
la paz de un dios que ya no ampara.
Está llegando la hora en que la orfandad del futuro
en vigilia permanente del fracaso se convierta,
y con el luto de noviembre nos vistamos
para que se haga en un réquiem continuo nuestra voz,
y las cicatrices del tiempo se transformen
en una danza de amor o de justicia.
Mientras que todo llegue, o todo permanezca,
continuaré habitando la palabra y la esperanza,
porque quiero ganarme la muerte honradamente.

Hoy, domingo, este poema tuyo me sostuvo a lo largo del día. Mi espíritu estaba apto para fundirse en su mensaje. Te felicito, querido amigo. Enorme poema.

Un gran abrazo.
Óscar

Publicado: Mié, 17 Jun 2015 11:27
por Rafael Valdemar
Andrés gracias por pasarte en su momento por el poema y dejar tus palabras

saludos

rafael

Re: Tiempo de espera

Publicado: Mié, 17 Jun 2015 12:21
por E. R. Aristy
Rafael Valdemar escribió:Con seguridad no lo sé, aunque presienta
que la vida indignada se me escapa en cada sueño
que la utopía envuelve con su mortaja.
Por eso un escalofrío muerde mis costados;
precisamente ahora que la tarde se ha hecho un vértigo
que la inquietud del instante transita,
y el silencio se arrodilla, pide clemencia,
porque un ejército de gritos no dan tregua
y envilecidos han ocupado su espacio.
Todo se convierte en indefensión,
todo es sed de amor que no encuentra manantial
y se extiende como un desierto que al corazón agrieta:
le nace, con pétalos lacerantes, la flor de un epitafio.

Ya es inútil esperar un armisticio
cuando la batalla ha calcinado nuestra fe
y en lontananza sólo queda temblando entre fusiles
la paz de un dios que ya no ampara.
Está llegando la hora en que la orfandad del futuro
en vigilia permanente del fracaso se convierta,
y con el luto de noviembre nos vistamos
para que se haga en un réquiem continuo nuestra voz,
y las cicatrices del tiempo se transformen
en una danza de amor o de justicia.
Mientras que todo llegue, o todo permanezca,
continuaré habitando la palabra y la esperanza,
porque quiero ganarme la muerte honradamente.

Me alegra encontrar hoy este hermoso y diciente poema escrito en la unicidad de tu voz, Rafael ERA