Estirpe de soledad. (Orígenes VII)

[Patricio Robledo]

Disfruto estos versos de soledad y me adhiero, Rafel. Con mis saludos.

[Rafel Calle]

Muchas gracias, amigo Patricio, te agradezco el comentario y me alegra que te haya gustado el poema. La soledad y sus recovecos, esa ha sido mi intención en este trabajo.
Un cordial abrazo.

[Teresa Ulloa]

Qué bonito tu poema, un gusto leerte, Rafel. Felicitaciones y salusds.

[E. R. Aristy]

El poema es desnudo, esa otra desnudez de la confecion. Hermoso cuadro intimo. Me conmueve. Abrazos, ERA

[Rafel Calle]

Muchas gracias, amiga Teresa, te agradezco el comentario y me alegra que te haya gustado el poema.
Un cordial abrazo.

[Rafel Calle]

Muchas gracias, amiga Era, te agradezco el comentario y me alegra que te haya gustado el poema.
Un cordial abrazo.

[Fernanda Badó]

Un poema bello y seductor. Besos, rafel.

[Rafel Calle]

Muchas gracias, amiga Fernanda, te agradezco el comentario y me alegra que te haya gustado este poema de soledades y otras yerbas.
Un cordial abrazo.

[Inés Clara Hermosillo]

¿La vida, a temporades dolça, també a temporades dura, si un temps fou gerda com la molsa, en el dolor per què es detura? Però si els cards i les espines punxen, amor, i la recança porta el vel fosc d'unes boirines, alcem els ulls. Nova aliança farem tu i jo en les terbolines per una escletxa d 'esperança.
Xisclos, estimat meu.

[Rafel Calle]

Muchas gracias, querida Inés, te agradezco el comentario, en realidad, bellísimo poema que me regalas. Creo que te contestaré con alguna cosilla pero habrá de ser en otra ocasión.
Un fuerte abrazo.

[Alan Domingo]

Me quedé con ganas de leerlo cuando ayer lo recitaste. Un fuerte abrazo, querido Rafa.

[E. R. Aristy]

No sé cómo pedirte un poco más de tiempo,
estoy aligerando mi carácter,
las alforjas de piedra ya no tienen remedio,
la carga es un clamor de pálpito inconstante,
la libertad un templo
donde aguardan costumbres imposibles de casar
cuando tienes el alma de soltero.

Y esa es la razón principal. Ahora reflexiono del amor,
para qué tantos amores y por qué tan pasajeros,
por qué tanto vacío esperando llenarse con amor.
Para qué enamorarme si no sé comprenderlo,
si no sé conservar la esencia de la atracción.

Se disipa muy temprano la voluntad del acercamiento,
en la ruda costumbre de ser en soledad.
Y ahora me pregunto el porqué de mis enamoramientos.

Hace frío en las palabras
sin el valor de por medio.
Era un prejuicio de hombre en el antifaz de un niño,
era una cama caliente, la cercanía de un cuerpo
en la trama de un espíritu
asolado por sus miedos.

El hombre se hizo menor, entre lunares de especie lapidaria,
casado más de tres veces y multitud de esponsales,
al final fue de mayor cuando el niño se arrugaba.

Soledad de medio pelo,
todo multitud desierta,
solitaria seducción.
Por la soledad el miedo
a la soledad concreta.

Si las razones fueron soledades, el pálpito fue de cariño;
una forma de cumplir ofreciendo cuanto tienes, es decir, sin amor nada que dar,
y algún que otro consejo.
Mentiras al fin y al cabo, pues, sin futuro o sin atracción real,
solo queda un embustero.

En fin, hoy te habla de paciencia el hombre que nunca fui;
en la mansión de tus ojos está llamando al deseo
el niño que ves aquí. La mirada penetrante y el picaporte caliente
yo quisiera, y el salero
por mirarte y repicar y repicar en tu puerta, y en las estancias mimosas
quisiera allanamientos,
alud y sin compasión
en los dominios de Eros.

En otoño la bondad,
sabiduría de pueblo,
vivir en la claridad,
estremecerse en invierno.
Ay del sentir sin tocar.
Y el sexo por alusión si el desnudo es algo cierto.

Estos magníficos versos son un ramillete de flores blancas para una novia que escuche el silencio y sienta la presencia sublime del compañero aun en su ausencia final. No me gustan los poemas de amor
romántico, pero este es diferente, excepcionalmente bello y diciente. Real. Un fuerte abrazo, Rafel. ERA

[Rafel Calle]

Muchas gracias, amigo Alan, te agradezco el comentario. Tú siempre tan amable con mis humildes aportaciones.
Un fuerte abrazo.

[Ramón Castro Méndez]

Amor y desamor, soledades y desencuentros en unos muy buenos versos que disertan, en el fondo, sobre la misma esencia humana, a veces compleja y, otras, sencilla. Me ha gustado la lectura.
Un abrazo.

[Marimar González]

La soledad, el regreso a la niñez, la búsqueda reiterada del amor son parte de los tópicos que transita este profundo poema de interrogación y respuestas, a través de un buceo en el recuerdo de los actos mediante argumentos y justificaciones en el intento de comprender los misterios de la propia personalidad.

Cordialmente
Marimar