Editorial Alaire

Cae la lluvia en este otoño de saudades
para que al cauce siempre vuelvan las aguas
que divagan en sus corrientes distraídas
por la inquieta ladera intimista de nuestros valles.

Por eso, en días como hoy, me salvo de mí,
-te salvo de mí-
bebo de la palabra, de esplines me alimento,
(lo hago hasta encharcarme)
como si fuera el hechizo de un brebaje.

Existe un atardecer en tu voz:

"aquella paz de lluvia amainando
regalaba alborozos en las mejillas
en el despertar de tu risa siempre abierta"

(Y en las noches hay suspiros de luna entre las piernas)

Hay días, sí, especiales para las tristezas,
días de lluvia
que gotean pausadamente en mis cristales
empañándome de amor y poesía.


*

A quien la lluvia le reconforta, le da vida. De todas formas cómo sería el vivir sin ella?


Los suspiros de luna entre las piernas tambien se oyen por encima de las nubes.

Un placer reconocerte a través de los cristales de los versos.

Guillermo

Hola Isabel.,
Supongo que por esos lares ya estaréis más que acostumbrados a la lluvia, agua beneficiosa que fecunda los campos y lava las heridas del ánimo.
me gustó el poema. Un abrazo.
Mario.

Hola, Isabel

Un placer leerte.
Me hiciste mirar el diccionario, porque "spleen" me sonaba muy inglés y ahí está tu melancolía, tedio de la vida.
Muy de acorde con estas letras, para empañarse de amor y poesía.

Un abrazo fuerte, tanto para ti como para Sara.

Feliz Navidad.

Víctor

Cuando quiero recrearme en la palabra puedo acudir a tus versos impregnados de lirismo. Un disfrute
Abrazos
Pilar

Isabel Moncayo escribió:Cae la lluvia en este otoño de saudades
para que al cauce siempre vuelvan las aguas
que divagan en sus corrientes distraídas
por la inquieta ladera intimista de nuestros valles.

Por eso, en días como hoy, me salvo de mí,
-te salvo de mí-
bebo de la palabra, de esplines me alimento,
(lo hago hasta encharcarme)
como si fuera el hechizo de un brebaje.

Existe un atardecer en tu voz:

"aquella paz de lluvia amainando
regalaba alborozos en las mejillas
en el despertar de tu risa siempre abierta"

(Y en las noches hay suspiros de luna entre las piernas)

Hay días, sí, especiales para las tristezas,
días de lluvia
que gotean pausadamente en mis cristales
empañándome de amor y poesía.


*

De los poemas que bebo como excelente vino
de Downtown, !corre tan fácil dentro de mí !.
Te deseo lo supremo.

abrazos Isabel


lázaro

La erótica al poder en brazos de una elegante y cuidada poética. Luce el amor en tus hermosos versos, querida amiga Isabel.
Feliz Navidad para todos los tuyos. Y salud para seguir en nuestras pasiones.
Un fuerte abrazo.

Siempre disfruto de tus exquisitos trazos, estimada poeta. El amor, la tristeza...en fin esos sentimientos que nos hacen ser, entretejen magistralmente tus versos. Mis abrazos de amigo con mis mejores deseos para el año venidero.

Isabel Moncayo escribió:Cae la lluvia en este otoño de saudades
para que al cauce siempre vuelvan las aguas
que divagan en sus corrientes distraídas
por la inquieta ladera intimista de nuestros valles.

Por eso, en días como hoy, me salvo de mí,
-te salvo de mí-
bebo de la palabra, de esplines me alimento,
(lo hago hasta encharcarme)
como si fuera el hechizo de un brebaje.

Existe un atardecer en tu voz:

"aquella paz de lluvia amainando
regalaba alborozos en las mejillas
en el despertar de tu risa siempre abierta"

(Y en las noches hay suspiros de luna entre las piernas)

Hay días, sí, especiales para las tristezas,
días de lluvia
que gotean pausadamente en mis cristales
empañándome de amor y poesía.


*

Bello y evocador poema. Es un vientre placido. Delicado erotismo, suave tristeza, sin duda la lluvia es un paseo sensual y espiritual. Un gran placer leerte, Isabel.

Abrazos,
ERA

Isabel, he disfrutado tu poema, es una poesía de amor que no es empalagosa.
Mi enhorabuena.
Un saludo con afecto.

Guillermo Cuesta escribió:A quien la lluvia le reconforta, le da vida. De todas formas cómo sería el vivir sin ella?


Los suspiros de luna entre las piernas tambien se oyen por encima de las nubes.

Un placer reconocerte a través de los cristales de los versos.

Guillermo

Bah, no hagas caso de esta que a veces se piensa poeta y escribe unas cosas rarísimas, a mí me encantan los días de lluvia y verla caer tras los cristales o arrebujada en el sofá con un buen libro y un cafetín...

Gracias Guillermo, un abrazo.

Mario Martínez escribió:Hola Isabel.,
Supongo que por esos lares ya estaréis más que acostumbrados a la lluvia, agua beneficiosa que fecunda los campos y lava las heridas del ánimo.
me gustó el poema. Un abrazo.
Mario.

Muchas gracias por tus cálidas palabras, amigo Mario, siempre es un placer recibirte.

Un abrazo

Víctor Mallada Bayón. escribió:Hola, Isabel

Un placer leerte.
Me hiciste mirar el diccionario, porque "spleen" me sonaba muy inglés y ahí está tu melancolía, tedio de la vida.
Muy de acorde con estas letras, para empañarse de amor y poesía.

Un abrazo fuerte, tanto para ti como para Sara.

Feliz Navidad.

Víctor

Hola, Víctor eso pasa por leer las flores del mal, pero he de decirte que yo no siento tedio de la vida, al contrario.

Otro abrazo para ti

Pilar Morte escribió:Cuando quiero recrearme en la palabra puedo acudir a tus versos impregnados de lirismo. Un disfrute
Abrazos
Pilar

Gracias por tu bello comentario, Pilar, un abrazo grande.