Editorial Alaire

Cuando la tierra que pisas
no es tu tierra.

Cuando de pronto
la mente,
te juega sucio
Y es que no entiendes
lo frágil que eres,
¡cuán difícil es hablar su idioma!
Eres una enredadera
sumergida en ese mar de palabras
que revientan como olas en tu cien,
te dejan aturdido
confundido.

Te sientes en una cárcel
entre esas cuatro paredes
que se han convertido en tu mundo,
un mundo sombrío
sin lazos de sangre que te conforten,
que animen esa alma tuya tan pérdida.

Cuando la mañana llega
asotando en tu ventana,
solo para recordarte
que la rutina de tus días
está por comenzar.
Y no quieres hacer lo mismo
que ayer,
ni el día antes de ayer.....
lo único que deseas es renacer,
así, como el ave fénix,
deseas levantar el vuelo
sentir el viento entre tus alas
y volar tan alto a donde te lleven tus sueños.

¿Y por qué no??, dejar atrás el pasado
reconstruir hasta la más pequeña parte de tu ser,
renacer siendo el mismo
conservando esa parte que te hace único
para np perderte en el olvido,
para soñar con la misma fuerza
y regresar un día
a ese lugar en el mundo
que te vió nacer.

Conozco esos deseos, pues no hay peor conformidad que aceptar la rutina.
Tu poema clama poéticamente por ser un ente nuevo en ese renacer de cada día.
Me gustó leerte.
Un abrazo hasta la otra parte del atlántico.

Guillermo

Así, renaciendo con los sueños, sin descanso en el vuelo.
Un gusto leerte
Abrazos
Pilar

Vivimos de sueños y eso es lo mejor que tenemos. Gracias por compartir.
Un abrazo.
Pepa

Gracias Guillermo por tu comentario.
Un abrazo
Gabriela

Gracias Pilar, por regalarme un poco de tu tiempo. Que los sueños nos sigan sosteniendo.
Abrazos
Gabriela

Gracias Pepa por tus palabras.
Un abrazo
Gabriela