deslizar mis pies descalzos por los hilos de la tundra,
confundirme con la sombra de la luna en las marismas,
bucear en la marea de las almas con las almas...
... ser yo misma...
( ¿Si se cumplen todos esas condiciones con que empiezo el poema, se llega a ser un@ mismo ? No sé, voy a intentarlo hoy, por ejemplo, trece de un pesadisimo octubre en calor de dosmil once en Alicante, claro)