Editorial Alaire

^{La tierra duerme. Yo, despierto,
soy su cabeza única.
Juan Ramón Jimenez.}




En la distancia los cuerpos
se yerguen como columnas de un pórtico;
a veces se deslizan
con la cautela dulce que alienta a los licántropos.

Dentro de mí, un dios modela
las sombras y las luces
poniéndose y quitándose unas gafas de sol.

Apenas sobreviven los unos sin el otro.
Son sin él fantasmas pálidos que vagan sin sentido
a la espera
del diario despertar de quien los piense.

Piensa luego existe y mientras tanto un dios
virtual modela el verso que tu escribes
o escribe el verso que tu modelas.

Un abrazo

Guillermo

Quizá, como las cosas, existimos si alguien nos piensa.
Tu poema me ha hecho pensar y además es precioso
Abrazos
Pilar

Juan Fionello escribió:

^{La tierra duerme. Yo, despierto,
soy su cabeza única.
Juan Ramón Jimenez.}




En la distancia los cuerpos
se yerguen como columnas de un pórtico;
a veces se deslizan
con la cautela dulce que alienta a los licántropos.

Dentro de mí, un dios modela
las sombras y las luces
poniéndose y quitándose unas gafas de sol.

Apenas sobreviven los unos sin el otro.
Son sin él fantasmas pálidos que vagan sin sentido
a la espera
del diario despertar de quien los piense.

Es cierto, ese es el por que los poetas cantan a la memoria y los filosofos enloquecen ante la muerte que borra todos los nombres, solo hay que darle tiempo y el gran olvido arrastra entre las corrientes de sus sombras a civilizaciones enteras. Lo que se preserva apenas recupera algunos razgos de la vida de tantos, tantos seres que han vivido en el planeta Tierra! Excelente poema, Fionello, encuentro en tu poesia un vuelo muy alto, unos pies sobre todo terreno, un gran desarrollo intelectual y sobretodo en la empatia que merece ese "otro".

Abrazos,
E. R. Aristy

Un poema original, sugerente y profundo. Creo que lleva tu indudable sello de calidad. Un abrazo.

Guillermo Cuesta escribió:Piensa luego existe y mientras tanto un dios
virtual modela el verso que tu escribes
o escribe el verso que tu modelas.

Un abrazo

Guillermo

Gracias por tu comentario, Guillermo, que demuestra una lectura profunda del poema.

Un abrazo.

Pilar Morte escribió:Quizá, como las cosas, existimos si alguien nos piensa.
Tu poema me ha hecho pensar y además es precioso
Abrazos
Pilar

Gracias, Pilar, muchas gracias. Lo cierto es que siempre he sentido cierta fascinación por esa idea metafísica de la existencia, más allá del empirismo extremo que representa, y por el cual no puedo negar que siento cierta simpatía, me parece una idea inquietante pero hermosa.

Un abrazo.

Juan Fionello escribió:

^{La tierra duerme. Yo, despierto,
soy su cabeza única.
Juan Ramón Jimenez.}




En la distancia los cuerpos
se yerguen como columnas de un pórtico;
a veces se deslizan
con la cautela dulce que alienta a los licántropos.

Dentro de mí, un dios modela
las sombras y las luces
poniéndose y quitándose unas gafas de sol.

Apenas sobreviven los unos sin el otro.
Son sin él fantasmas pálidos que vagan sin sentido
a la espera
del diario despertar de quien los piense.

Siempre reflexiono y encuentro un mundo
único en imágenes y detalles. El verbo justo, como
pincelada en cuandro natural. Tremendamente bueno tu poema Juan


abrazos


lázaro

Genial, Juan.

Existir si alguien nos piensa...Muy bueno.

Te dejo un abrazo
y
mi enhorabuena
Ana

Buenas reflexiones en un hermoso poema, un gusto haberlo leído.
Saludos.

E. R. Aristy escribió:

Juan Fionello escribió:

^{La tierra duerme. Yo, despierto,
soy su cabeza única.
Juan Ramón Jimenez.}




En la distancia los cuerpos
se yerguen como columnas de un pórtico;
a veces se deslizan
con la cautela dulce que alienta a los licántropos.

Dentro de mí, un dios modela
las sombras y las luces
poniéndose y quitándose unas gafas de sol.

Apenas sobreviven los unos sin el otro.
Son sin él fantasmas pálidos que vagan sin sentido
a la espera
del diario despertar de quien los piense.

Es cierto, ese es el por que los poetas cantan a la memoria y los filosofos enloquecen ante la muerte que borra todos los nombres, solo hay que darle tiempo y el gran olvido arrastra entre las corrientes de sus sombras a civilizaciones enteras. Lo que se preserva apenas recupera algunos razgos de la vida de tantos, tantos seres que han vivido en el planeta Tierra! Excelente poema, Fionello, encuentro en tu poesia un vuelo muy alto, unos pies sobre todo terreno, un gran desarrollo intelectual y sobretodo en la empatia que merece ese "otro".

Abrazos,
E. R. Aristy

Muchas gracias por tu elaborado y atento comentario, Roxane.

Un abrazo.

Ramón Carballal escribió:Un poema original, sugerente y profundo. Creo que lleva tu indudable sello de calidad. Un abrazo.

Muchas gracias, Ramón, te agradezco tus palabras.


Abrazos.

lazaro Habana escribió:

Juan Fionello escribió:

^{La tierra duerme. Yo, despierto,
soy su cabeza única.
Juan Ramón Jimenez.}




En la distancia los cuerpos
se yerguen como columnas de un pórtico;
a veces se deslizan
con la cautela dulce que alienta a los licántropos.

Dentro de mí, un dios modela
las sombras y las luces
poniéndose y quitándose unas gafas de sol.

Apenas sobreviven los unos sin el otro.
Son sin él fantasmas pálidos que vagan sin sentido
a la espera
del diario despertar de quien los piense.

Siempre reflexiono y encuentro un mundo
único en imágenes y detalles. El verbo justo, como
pincelada en cuandro natural. Tremendamente bueno tu poema Juan


abrazos


lázaro

Un comentario muy generoso que te agradezco, amigo.

Un abrazo.

Ana Muela Sopeña escribió:Genial, Juan.

Existir si alguien nos piensa...Muy bueno.

Te dejo un abrazo
y
mi enhorabuena
Ana

Muchas gracias, Ana. Es una idea muy atractiva que no es mía, por supuesto, pertenece fundamentalmente a la filosofía empirista, que más que al pensamiento se refiere a la percepción. Existe solo lo que uno percibe y solo mientras lo percibe. Sin perjuicio de las exageraciones filosóficas, me parece una idea muy válida poéticamente hablando.

Un abrazo.

Excelente reflexión poética. Salud. Pepe Junco