Daniela Miño escribió:Por accidente
ignoramos la confesión.
Y todo era pan dentro de la bestia del olvido.
Y dudamos de Dios
y lloramos
y nos quemamos la lengua
y salimos a correr a través del río
mientras sucedía la noche.
A veces sangraban las ventanas.
-Lo peor de todo
-dijo-
es que algún día vas a dar frutos.
Inventamos algunas tareas
para silenciar los berrinches del pensamiento,
por inercia descubrimos la enfermedad de las noches
y la paciencia de la sed en las avenidas.
Luego todo volvía a tener la edad de un paraguas
mientras se conjugaba la derrota con el insomnio.
Colapsó el mundo en una crisis sin bandera,
ni agujeros en la lluvia,
ni vos,
ni palabras,
ni círculos.
Yo volví a ser traspasada de a sorbos,
y jugaba a caminar
y a fumarte,
con sólo sacarme los ojos.
Fue lo peor, de todo lo que dijo...
El poder de la palabra Daniela, que permanece mucho màs allà que ela fuerza de un golpe, aunque èste jamàs se justifique. Este poema lo leì hace ya unos dìas, y quedò flotando, macerando en mi, y hoy me atrevo a decìrtelo y al mismo tiempo felicitarte por estar ahì arriba, un abrazo grande!!! Luna.-