Conforta ver la horma radiante de la cumbre
Publicado: Dom, 29 May 2011 16:41
Los hilos mueven noches que iluminan sus lunas;
es tiempo derivado del trapecio, sus arcos
son férreos sosteniendo cuadrículas argentes,
la reluciente luz que suspiran los vientos
en virtud de un exceso que se deja transitar
conforme avanza la montaña, como una arcada
repleta de estaciones que en su mano respira
una eufórica lengua que mira al mar de cara.
Imagínate un pez sin la amnesia del mundo,
al que ya no le caben más lapsos ni distancia
ni cuerda con la que amarrar la historia.
Los recuerdos debieran espaciarse en su luz,
deberíamos poseer razón y ojos
para ver lo evidente sin endógenas tachas,
expiar sus plantas, su cerebro,
hacer del mundo un mapa más pequeño.
No se consigue despertar la sangre
adormecidos sobre agendas de piedra;
es imposible no escuchar la melodía del agua,
las campanas que marcan el ritmo de los círculos.
De no hallar los espejos que devuelvan el ánimo
las horas quemarán la fiebre detenida
y no cabrían los océanos
en los desnudos brazos de la distancia.
Hermanadas la flor y la concordia,
en su hálito se encenderán los abecedarios.
La fuerza colectiva del hombre
dará sombra a la grieta verde que suspira el desierto.
Conforta ver la horma radiante de la cumbre.
.
----------------------
Sendas de Luna Llena
.
imagen cedida por
http://www.enlabuhardilla.com/
.