Editorial Alaire

Así como el herrero dobla el fuego
o el rastro hace brotar la lejanía.
Así como se pudre la utopía
o el niño mutilado aspira al juego.

Así como la noche aboca en ruego
al prodigio atmosférico del día
o el canto de añoranza en demasía
conduce al amargor y al desapego.

Así la transición de ti a la nada.
Del júbilo del mar al charco untoso,
del cielo irrebatible al aeropuerto.

¿A qué tanta terapia fracasada
si espera al cabo el símil más gravoso?
Así el gris transitar de vivo a muerto.

Un soneto triste del que se abandona, pero que me ha gustado leer. Un placer
Abrazos
Pilar

Un soneto triste, sí, y cuajado de versos sobrecogedores (como el cuarto, que me ha causado un tremendo impacto). Y perfectamente hilado, como corresponde a un poeta de tu veteranía y buen hacer. Mi favorito es el segundo cuarteto, pero, como ya te digo, el conjunto destaca por su solidez.

Enhorabuena por el soneto y un abrazo.

Esteban

Pablo Ibáñez escribió:Así como el herrero dobla el fuego
o el rastro hace brotar la lejanía.
Así como se pudre la utopía
o el niño mutilado aspira al juego.

Así como la noche aboca en ruego
al prodigio atmosférico del día
o el canto de añoranza en demasía
conduce al amargor y al desapego.

Así es la transición de ti a la nada.
Del júbilo del mar al charco untoso,
del cielo irrebatible al aeropuerto.

¿A qué tanta terapia fracasada
si espera al cabo el símil más gravoso?
Así el gris transitar de vivo a muerto.

Pablo, que inmensamente triste poema. Las perdidas, las despedidas, la muerte....tu poema como una herida o una deformidad nos entrega a esa oscuridad del fatalismo y la desesperanza, cosas que todos hemos sentido cuando el corazon se cree descorazonado.

Conmovida,

E. R. Aristy

Pablo un soneto triste, con imágenes impactantes. Un placer encontrarlo.

Un abrazo

Un poema magnífico que he disfrutado grandemente.
Un abrazo.
Pepa

Pilar,

gracias por el comentario. Parece que el soneto está de moda en Alaire. He leido tu soneto a Leire que me ha parecido precioso.

Un abrazo.

Esteban.

Después de leer tu comentario me he quedado a gusto de verdad. Siempre tengo muchas dudas sobre mis poemas, pero tu apreciación me ha hecho mucha ilusión porque tú sabes de verdad de qué va esto de la poesía.

Un abrazo.

Roxane,

muchas gracias por tu comentario. Sí, la tristeza es parte de la vida. Una de las cuestiones que me inspiró este soneto es la baja toleracia a la frustración que tenemos hoy en día. Se muere alguien y te quedas triste. Normal. Pero en lugar de asumirlo como algo normal y sufrir lo más tranquilamente posible buscamos (y el entorno nos sugiere) terapias, pastillas, como si la tristeza fuera una enfermedad que deba ser curada o algo vergonzoso.

En fin, gracias por el mensaje.
Un abrazo.

Israel,

gracias por tu comentario.

Un abrazo.

Gracias Josefa, me alegro que te haya gustado.

Un abrazo.

Un buen soneto Pablo. Últimamente me he enfrascado en alguno y sé de su complejidad. Por eso te doy la enhorabuena por el tuyo.
Un abrazo.
J. Manuel

Me ha gustado tu soneto, es triste pero envuelto en belleza.
Saludos.

Hermoso soneto, amigo Pablo, donde encuentro una fervorosa disposición al monométrico, en este caso endecasílabo y rimado en consonante, es decir, se nota a la legua que estás enamorado del soneto. Bien, creo que eso nos ha pasado a muchos. En mi caso, me costó mucho despegarme de él, imagínate, dos años escribiendo 3 o 4 sonetos diarios, o sea, traspasaba al soneto cuanto me sucedía. No hace falta decir que los tuve que tirar a la papelera, no se salvó ni uno. Sin embargo, ahora sé que no perdí el tiempo, porque me sirvieron para coger habilidad métrica y técnica. Descubrí que lo sonetos eran, después de todo, un ejercicio inmejorable para aprender a escribir cualquier combinación.

Por otro lado, y lo que ha sido determinante en mi evolución, también me sirvieron para descubrir que todos los versos se pueden combinar. Esta cuestión, si te interesa, la podemos comentar con más detenimiento, toda vez que parece insospechado que se pueda descubrir la multimetría, precisamente, en la combinación reina de la monometría.

Hablando de tu soneto, te diré que denota una buena correlación semántica, hay un cierto talento natural para el desarrollo metafórico y todo eso me parece definitivo, es lo principal y es lo más difícil de lograr porque ni se compra ni se aprende; es lo que llamamos técnica y con ella se nace o, de lo contrario, la cosa pintará bastante mal. Un caso opuesto sucede con la métrica que sí se puede aprender, como se pueden aprender los ritmos. Basta que recites un metro para que acto seguido te pongas a escribir y te salgan versos precisamente de ese metro.

Lo dicho viene a cuento porque creo que vale la pena aprender a escribir monométricos simples -tal es el caso del endeca- que son la combinación más básica del poema en verso, teniendo en cuenta hasta los más pequeños detalles. Por ejemplo: el ritmo de tus versos se puede mejorar (demasiadas sinalefas dobles, sinéresis, sinalefas con vocal tónica, etc., y todo ello fabrica campos rítmicos emergentes que desvirtúan el endeca, entre otras cosas, porque no conseguirás que el lector lo lea como lo has escrito –estaría mal leído-) y con ello se mejora la estética semántica del soneto.

En fin, ha sido un placer leerte. Felicidades por el soneto, como he dicho antes, tiene toda la hermosura que transmite un autor que al parecer ha nacido para componer versos.
Un cordial abrazo.

Hola Pablo.
Un soneto triste, sí, pero perfectamente elaborado y tratado y con unos versos impactantes. Me gustó. Un abrazo, amigo mío.
Mario.