LA FLECHA, LA MUJER Y LA MESA.
Moderador: Hallie Hernández Alfaro
- Nimaos Llombart
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LA FLECHA, LA MUJER Y LA MESA.
Robin Hook, Guillermo Tell y Arturo, el de la “Mesa Redonda”
se encontraron de repente perdidos en el bosque de una isla.
Como llevaban hambre de todas las cosas, se alimentaban de
anécdotas, de semillas, de raíces, de frutas y pequeños animales.
¡De pronto! En medio de un claro del monte, se encontraron a
una bella doncella desfallecida. Tenía el encanto irresistible
de la “Bella durmiente”, el nácar de “Blanca Nieve”,
la ropa de “Cenicienta” y la inocencia y la picardía de esa tal
“Caperucita” la “Roja”.
Pero no fue un encuentro como entre “La bella y La bestia” sino,
como el de Iris Betancourt y los guerrilleros.
Al instante los tres palidecieron de hambre, digo de gusto, bueno
palidecieron.
-¡Es mía! -dijo Arturo.
-¡Y yo llegué primero!-dijo el otro.
-Y yo soy el que les guío por todo el bosque-Masculló Robin,
con cara de sonetista.
-Y entonces, ¿quién se la come primero?-Gritó desesperado, Guillermo.
Tanto y tal alto gritaron que despertaron a la mujer.
-¡¡¡Bastaaaa!!!-Una bandada de garza se levantó y se hizo un silencio total.
-¿Y qué chusmearía es esa?-dijo. Estaba desgreñada y con unas cuantas
hojas secas por la cabeza. Se escuchó un maullido lejano, como de un gato
con hambre.
-¿Y ustedes? ¿Carboneros o poetas?
-Los tres se miraron aturdidos sin pronunciar palabras. Hasta que finalmente,
Arturo dijo:
-Mire usted señorita…
-Somos corredores de bolsa-interrumpió, Robin.
-Disculpe, más bien corredores, a sola-rectificó Guillermo.
-¿Y que pensáis hacer conmigo?
-Bueno, mire usted. Como verás ha subido el costo de vida, la renta, la luz, hay petróleo
en el mar, luego esta soledad de bosque y de encierro por todas partes…
-Lo que trata de decir acá, el arquero de mi amigo-dijo el otro interrumpiendo al compañero- es…
Pero fue a su vez interrumpido por Arturo que dijo:
-Que debemos echar fuerza haber quien se lleva “el gato al agua.”
-¿¡Quéeee!?-
-¡Jolines! {¿Arturo era gallego?} Quise decir haber quien se la…bueno ya sabes.
-¿A mííí?
-¡Si, si, si!-asintió Guillermo-¿Acaso somos de piedra?
-Pues como supongo que sois hombres civilizados y no, ¡bestias de la caverna!-en este punto ella enfatizó con dos dedos de ambas manos en forma de comillas-deberéis dar
muestras de inteligencia y no de brutos animales insensibles.
-A decir verdad, si, tenéis razón-contesto, Arturo apenado.
-¿Qué proponéis?
-Que cada uno de vosotros, exponga en breve una habilidad para conquistar y convencer
que sois unos hombres de verdad.
Y con sus dos manos a la espalda empezó ella, descalza, a dar cortos paseitos,
entre aquellos tres, con los ojos adomingados y maliciosos.
-Bueno mire-empezó diciendo Robin Hook, con el pecho abombado, mientras jugueteaba
con la pluma verde de su pachanga-yo soy un arquero con arrojo, valiente y desempleado,
he defendido siempre la causa de los hombres del bosque, humildes, sin tierras, sin nombres y sin…bueno sin quererme parecer al Che Guevara, ni a los guerrilleros narcos
de Colombia, con sincero respeto he sido un rebelde con causa.
-Yo no cuento con muchas palabras, ni consignas como los comunistas para embaucar.
Pero yo a cualquiera, le parto una manzana en la cabeza.
-¡Jesús! ¿Y cómo es eso?-exclamó ella.
-Quiero decir, con el arco y la flecha y a mucha distancia le hago temblar el corazón a cualquiera-Terminó diciendo, Guillermo Tell, haciendo silbar un dardo al cielo.
-Perfecto. ¡Arturo, tu turno!-Gritó ella.
-Para mi la justicia es redonda, armoniosa como caderas y delicada como la espalda de
una mujer. La equidad es un derecho, también redondo como el ombligo, no diremos como el de Eva, pero si como el de María, y todo hombre o caballero, debéis compartirla
en el mas alto nivel del respeto, en el reparto de la justicia. Por ello, la mesa donde se sientan a compartir los amigos, debe llevar la inspiración redonda de una cadera, la balanza en su centro, como un ombligo y en lo más profundo de sus bordes curvos y delicados, el suculento fruto de Eva, inspirado en el eterno amor de aquella María de Magdalena.
-La doncella después de oír aquellas palabras, se quedó, anjá, sin palabras, pero después
de un largo suspiro dijo:
-Pues, ni modo, podréis disponer los tres de mi cuerpo y de mi voluntad en esa medida justa de la “Revolución Cubana” que comparte a la mujer, el hambre y la miseria y luego
se jactan sus caudillos en aquella “Mesa redonda” que todo cubano entiende y conoce. A la mujer sin llamarla prostituta, le llaman “federada y jinetera”. A la miseria, “Revolución” y al hambre, “Bloqueo y embargo imperialista Yanqui.”
Desde entonces, hay una estirpe femenina, descendiente de aquella linda mujer de antaño.
Cuando esta con Robin, piensa en Guillermo y después de compartir con Robin y con Guillermo, ansia también la equidad y la justicia, los secretos y los dones, de la “Mesa Redonda” de aquel Arturo.
O. Llombart.
El poeta "incorrecto" es el mejor ademán de la poesía.
O. Llombart.
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