Un encuentro fortuito

[Carlos Justino Caballero]

Pablo Ibáñez, Y adiós, hasta mañana,
se marcha con su pena tan pequeña
y quedas con la tuya
tan grande y tan pesada y tan visible.


Un sólido decir, poeta. Te he leído disfrutando mi lectura. Saludos.

[Carmen López]

No veo nada fortuito en ese encuentro, todo está melodiosamente organizado en las entrañas del poema, desde una reflexión interior que nos cuentas. Me gusta mucho leer tus sonetos, pero, me alegra saber que en esta libertad tus letras pueden volar...así de alto. Un placer este encuentro.

Un abrazo

Carmen

[E. R. Aristy]

Es solo un conocido, no es tu amigo,
es más que una farola,
es una tarde grande de luz ambivalente.
Sus ojos son los tuyos y no hay escapatoria.

No escruta demasiado, está tranquilo
-hay una neurociencia en todo esto-,
tan solo un brillo inmóvil
exento de altivez o vasallaje
compara su valía con la tuya.

Un antiguo poder de fibras instintivas.

No quiere vacilar cuando se muestra.
Levanta la barbilla, abulta la pechera,
la calle baja al mar y hace calor,
su frente rociada
pretende el adoquín que ahora es tu estancia.

Te cuenta de viajar, de hoteles caros,
de tantas maravillas que conoce
que nunca irás a ver:
el tráfico en El Cairo, aquellos cielos blancos...
En una breve sombra de pupila
su pena sale a flote
lo justo a vislumbrarla
-estás seleccionado para ello,
podrías obtener una ventaja.

Su rápida pericia la reprime.

Y adiós, hasta mañana,
se marcha con su pena tan pequeña
y quedas con la tuya
tan grande y tan pesada y tan visible.

Me ha parecido un poema muy interesante. Parace ser cuestión de perspectiva, parece que el dolor personal es más pesado y más grande. Sugiere además tu hermoso poema la importancia de la actitud ante la pena y la adversidad. Es un poema para reflexionar y sacar tesoros de su fondo. La empatía es la cualidad que nos humaniza. Pabllo, no deja indiferente este suculento poema
Abrazos, ERA

[Óscar Distéfano]

Leyendo este poema y los comentarios de los compañeros (por eso es muy bueno el intercambio forero) veo que tu forma de escribir (ese huir de lo explícito) para describir la historia: ese encuentro aparentemente banal y fortuito, brinda sus frutos, ya que crea la polisemia que lo convierte en un excelente poema. Me gusta que el poema pueda ser degustado, además de en sus evocaciones y enigmas, en un hilo argumental claramente racional. Este poema puede ser diseccionado, estudiado, comprendido y explicado sin ninguna llave hermética que lo vuelva inaccesible. En este sentido, creo que eres uno de los mejores exponentes de tal escuela (o corriente) poética.
Quizás lo perfectible de este trabajo, en el aspecto formal, sea las pequeñas disonancias que se crean a partir de algunas asonancias muy próximas que aparecen sin patrón alguno.

Me ha gustado mucho el poema, Pablo. Quiero que lo sepas.
Un abrazo.
Óscar

[Rafel Calle]

Bellísimo poema de Pablo.

[J. J. Martínez Ferreiro]

Un poema exquisito y muy original por su inquietante propuesta, ese equívoco encuentro con la otra, las otras partes de uno mismo.

Todo un lujo de lectura, querido amigo.

Un fuerte abrazo

[Julio Gonzalez Alonso]

No sé por dónde andaría yo en esas fechas de 2011 cuando publicaste el poema (de viaje, creo que no), pero no recuerdo haberlo leído (si hubiera sido así, me acordaría porque el poema me ha gustado mucho) y es hoy mi encuentro fortuito... en vísperas de salir de viaje, esta vez sí, para las tierras (que se me antojan lejanas) de Argentina y Chile.

Espero, a la vuelta, que andemos los dos sin penas y que nos podamos felicitar las pascuas con alegría.

Un poema bello, Pablo. ¡Qué bien describes ese o esos momentos detrás de los que se esconden realidades que se hacen visibles tras el discurso y la apariencia! Felicidades, muchas felicidades por dejarnos acompañados de tan buenos vversos. Con un abrazo.
Salud.