Pinos de Valsaín

[lazaro Habana]

¡Encárate a la luz! Que tus escamas
convoquen todo el oro de este mundo,
que vuelen tus sentidos con el viento.

Universal mensaje. Siempre a la luz,
morir de cara al sol..

Muy bueno Pablo


abrazos

lázaro

[Josefa A. Sánchez]

Un soneto para nota. Yo le pongo un once. Siempre un privilegio leerte.
Un abrazo.
Pepa

[Pablo Ibáñez]

Pepa,

muchísimas gracias querida amiga por haber rescatado este soneto de las profundidades del abismo. Has tenido que bucear mucho para dar con él. Es un honor para mí que tú, la señora del soneto, lo aprecies. Cada día yendo al trabajo escucho los pinos de Valsaín, les hablaré de ti.

Un abrazo.

[Rafel Calle]

Estimado amigo Pablo:
Aprovechando la visita a tu hermoso soneto, te deseo, junto a los tuyos, unas fiestas navideñas rebosantes de salud y prosperidad. Muchas gracias por tu implicación en Alaire.
Abrazos.

[E. R. Aristy]

Rumor de monte bajo en aguacero;
te ampara el roquedal, la senda espera
que vuelvas a pedirle compañera
condúceme al tranquilo abrevadero.

Verás el cielo abrirse al estandarte
del pico enharinado, la pradera
mugiendo queda atrás, pero a tu vera
pinos de Valsaín para escoltarte.

¡Encárate a la luz! Que tus escamas
convoquen todo el oro de este mundo,
que vuelen tus sentidos con el viento.

Y si lees los labios a las ramas,
su hexámetro marítimo y fecundo
será tu trascendencia, tu alimento.

Admiro a todos ustedes poetas clásicos que dominan el soneto. Brillante, Pablo! Un abrazo,ERA

[Pablo Ibáñez]

Gracias Rafel, gracias Roxane,

Aprovecho este mensaje para felicitar yo también la navidad a todos los participantes de Alaire. Que 2016 sea un buen año de poesía para todos.

Un abrazo

[Gerardo Mont]

Un soneto con el sello de calidad indiscutible Ibàñez. Te luces como siempre (desde siempre). Logras algo que realmente es difícil (entre millones): que el lector se acerque a un poema original, profundo, coherente, dentro de moldes preestablecidos. Un gran abrazo y feliz año nuevo, estimado poeta.

[Manuel Alonso]

Hermoso soneto amigo Pablo, Feliz año 2016, un abrazo.

[jose manuel saiz]

Me has sorprendido con este soneto, amigo. Me parece un trabajo excelente. Ya el título auguraba algo bueno. Tienes capacidad para rematar tus trabajos y titularlos, además, de forma perfecta (no puedo dejar de recordar ese trabajo tuyo titulado "Corriendo a la Malvarrosa...".
"Los pinos de Valsaín"... qué bonito.

Un fuerte abrazo, amigo.
J. Manuel

[Óscar Distéfano]

Rumor de monte bajo en aguacero;
te ampara el roquedal, la senda espera
que vuelvas a pedirle compañera
condúceme al tranquilo abrevadero.

Verás el cielo abrirse al estandarte
del pico enharinado, la pradera
mugiendo queda atrás, pero a tu vera
pinos de Valsaín para escoltarte.

¡Encárate a la luz! Que tus escamas
convoquen todo el oro de este mundo,
que vuelen tus sentidos con el viento.

Y si lees los labios a las ramas,
su hexámetro marítimo y fecundo
será tu trascendencia, tu alimento.

A nuestra época, como a otros registros poéticos, el soneto casi le resulta indiferente (por no decir hostil), y existe una amenaza real de que vaya perdiendo más y más su gravitación en la poesía lírica. Es lo que parece. Es lo que se ve en la profusión de creaciones poéticas contemporáneas, donde el soneto brilla por ausencia, por no decir que el mismo concepto de esquema formal preestablecido. Y todo esto, pese a que el soneto es el instrumento principal de los últimos setecientos años. El soneto es, sin duda alguna, el paradigma de la poesía tradicional, el buque insignia de la creación poética, en cuanto a la búsqueda del equilibrio perfecto entre fondo y forma. En el soneto se da el caso que podemos experimentar placer tanto por lo que dice como por cómo lo dice. De ahí su fuerte basamento existencial, y la convicción mía de que tenemos soneto para mucho tiempo todavía.

En este soneto de nuestro compañero Pablo, experimentamos estos dos placeres antes enunciados: por un lado, logramos acercarnos a la esencia originaria de la “inspiración” que lo ha forjado. Y esto sucede porque hay un equilibrio entre filosofía, que nos ayuda a develar los misterios intelectuales; y entre poesía, que nos ayuda a aprehender los sentimientos. Para mí humilde entender, no existe mayor logro que la armonía de este conjunto; es decir, lograr que tanto el contenido como la andadura formal logren la magia de hacerse “invisibles” uno al otro, para alcanzar un solo corpus indivisible. Que no resalte ni la conceptuación ni la música.
Y este equilibrio al cual me refiero es causa, según lo que puedo apreciar, del triunfo de este soneto. Esa mirada a los valles de Valsaín (cuya existencia desconocía, y Wikipedia me ha mostrado en todo su esplendor), esa contemplación del pinar, de los pinos con sus auras de eternidad, enlazándolo, a través del feliz recurso retórico de la personificación, a las angustias existenciales del espíritu humano; esta mirada poética profunda sobre nuestra realidad cósmica es, para mí, el valor intrínseco del poema; mientras que la estructura formal impecable, donde los endecasílabos, no sólo cumplen las normas de la preceptiva, sino, además, crean una armonía extra, gracias a la combinación auditivamente sutil de los endecasílabos (porque el problema sinfónico de un soneto no se logra con sólo juntar endecasílabos correctamente elaborados; influye sobremanera las combinaciones entre los distintos tipos).
Otro de los importantes logros de este valioso soneto es su lenguaje muy actual, tan contemporáneo que reviste al poema de una naturalidad admirable. Y en cuanto al remate, al último terceto, no hay dudas de que contiene ese aire de los versos consagrados, de la idea poética que trasciende lo meramente argumentativo, para constituirse en más poesía agregada, en más emoción a la emoción ya experimentada.

Mis felicitaciones, amigo. Creo que es este un poema que soportará los embates del tiempo.
Óscar

[J. Paz]

Es una maravilla este soneto, Pablo. Muchas felicidades y muchas gracias por compartir tu talento. Aprovecho para enviarte mis mejores deseos para este nuevo año. Un fuerte abrazo a ti y a los tuyos.

Feliz año,

Judit

[Pablo Ibáñez]

Gracias Gerardo,

un placer y un honor tu paso por mis cosas. Este soneto ya tiene unos años y, bueno, o estoy seguro de poder hacer hoy en día algo parecido. Es como si lo hubiese escrito otro, qué raro.

Un abrazo, amigo.

[Pablo Ibáñez]

Gracias Manuel, amigo. Me alegro que te guste.

Un abrazo.

[Pablo Ibáñez]

Jose Manuel,

gracias amigo por tu generoso comentario. Es un honor para mí. El soneto tiene ya unos añitos, pero me acuerdo de que el heptasílabo "pinos de Valsaín" fue lo primero que me rondó la cabeza. Me parecía muy bello. Todos los días paso el puerto de Navacerrada para trabajar y veo los pinos de Valsaín.

pinos de Valsaín para escoltarte

este endecasílabo lo estuve paladeando varias semanas. Me encantaba. Partiendo de él y de la estructura del soneto (que por aquel entonces trabajaba exclusivamente) fui pensando las rimas. ¡Qué gran ventaja creativa tiene el soneto! ¡Qué fácil, qué resultón, qué agradecido es, comparado con el verso libre! ¡Cómo disfrutaba de estos sonetos! No sé si algún día llegaré a disfrutar tanto de la poesía.

Un abrazo, amigo.

[Pablo Ibáñez]

Óscar,

querido amigo, me has dejado sin palabras con este extenso, generoso, cariñoso comentario. Sólo decirte que estoy de acuerdo contigo en tu análisis sobre el soneto (el soneto en general, no este mío, que analizas con la generosidad de un amigo). A mí me encanta el soneto, siempre me ha gustado mucho, no puedo evitarlo. Siempre lo digo: me encanta ese aire retro y trascendente, castizo a la vez, ingenuo y sofisticado al mismo tiempo, tan redondo, tan recogidito...

Un abrazo, amigo