Editorial Alaire

Gracias Felipe, por retornar al poema. Un abrazo.
Mario.

Gracias Ramón, me alegra mucho saber que te gustó, amigo mío. Un abrazo.
Mario.

Gtacias Bruno, me alegra saber que te gustó el poema, amigo mío. Un abrazo.
Mario.

Gracias Josefa, me alegra saber que te ha gustado, compañera. Un abrazo.
Mario.

Gracias Luna, Me alegra saber que te ha gustado. Un abrazo.
Mario.

Gracias, J.J. compañero, por dejarme tu siempre cariñoso y amable comentario, y me alegra que te haya gustado. Un abrazo.
Mario.

Nunca calculé, ni me puse a echar cuentas,
ya sabes que nunca se me dieron bien las ciencias exactas,
nada sabía de la ley de probabilidades, ni de la estadística,
nada de la lógica matemática, ni de la teoría de conjuntos,

Gracias Duaa, por recobrar este poema. Un abrazo.
Mario.

Sube para deleite de todos.

Gracias, Hallie, por recuperar el poema. Un abrazo, amiga mía.
Mario.

Gran Reserva de la bodega de Alaire.

Mario Martínez escribió: “Soñar ha de ser para el espíritu una obligación,
igual que lo es el intento de huída para el preso”


El valor de un sueño


Hay sueños que debieran quedarse en los hilvanes,
como esa flor que reta los filos del invierno
o aquellas mariposas que al alba caen yertas
bajo la luz extinta de una vieja farola.

No deberían nunca llegar a realizarse
y ser de quien los sueña motivo de amargura,
una ilusión lograda que engendra desengaños,
un cielo que descubre del averno su cara.

Debiera todo anhelo cumplir la expectativa
de no decepcionarnos, llevar grabado un sello
de fe que garantice que mereció la pena
sacrificar certezas a cambio de ilusiones.

Ya sé que es imposible, porque la incertidumbre
añade a las quimeras el brillo de lo incógnito,
su etérea sonrisa, la pura evanescencia
de lo que esquivo busca impedirnos su logro.

Por eso reincidimos, aunque después lo torne
el tiempo pesadilla o termine al abrigo
del gozo rutinario. Porque el valor de un sueño
reside en la esperanza que deja al intentarlo.


Mario.

Hermosos alejandrinos Mario,dan ganas de vivir soñando.

Te felicito, Mario

Un fyyerte abrazo

Gonzalo

Excelentes alejandrinos, Mario:

Un fuerte abrazo
Ana