Hallie Hernández Alfaro escribió:.
Arañar el hielo,
inmolar las uñas en la palabra fría,
perdonar al tiempo con un soplo de ardor.
Colgar mis horas viejas en el muro de la noche.
Silbar notas de invierno o arrojar maderos
en los pobres versos que tiemblan.
Fraguada en tu sismo,
replicarme en la oratoria de tu cuerpo
y guardar los restos, para morirme de ti.
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... nada más terminar de leerlo, me recordó un par de versos que tengo por ahí, y que dicen (perdona): " soy joven para habérseme muerto tantas cosas/yo he andado tan sólo de clausuras"; los cito y traigo porque tal comprendas la similitud en los parajes por lo que algunas veces discurre el alma; y es que, precisamente, ir muriendo de cosas y cosas, es algo sine que non a fin de recuperar o acceder a aquello que está un poco más arriba de lo que en ese momento somos o tenemos, pues "morir de" es, o consiste en no depender ya más de lo que nos ataba o impedía...; Yo, y lo siento, Hallie, puedo equivocarne, querida amiga, cómo no; pero así lo he visto y, como suele ser ya común en tus poemas, introduces pautas y giros novedosos dignos de la mejor altura poética; es todo, amiga; Orión
"... nunca se da de lo que se tiene, sino de lo que se es".