Ramón Carballal escribió:
Lloverá óxido en los jardines de octubre.
Y ranas sin memoria nos prestarán los ojos.
Algo sucede que no es vidrio,
algo ajeno al púlpito suelta en el mosaico
una cabellera de olas.
Ven,
escucha como se clava el fémur,
muy adentro,
como un puñal imposible.
Por la ranura del magma gatean los deseos encendidos,
cubren tu pecho con racimos de fresa y anacardo.
Que no me mire tu silencio,
que no se pare nunca este aullar de pétalos.
Muchas veces sucede que el significado de las cosas nos parece prosaico. La poesía, por tanto, nos ayuda a desvincularnos de la precariedad del sentido estricto con que apelamos a los objetos, los seres, a la realidad en definitiva. Buscamos trascender lo perecedero o ampliar su caducidad. Esa es una de las razones de la poesía; la de incitar a la reflexión es otra, y te digo, Ramón, tu poesía cumple esas y otras muchas razones para ser. Un abrazo