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Ya, eso de las tempestades tiene su aquel… Gracias por la nota, Alonso, me alegra.Alonso Vicent escribió:Hilvanando nubes andamos, y enredaderas; por cuestiones de luz y de sombra.
Me encantó el poema tanto como las tormentas… las tempestades menos.
Un abrazo, compañero, y un placer leerte.
Ahí andamos enredados, J.J. Gracias por tu nota, siempre acertado. Y gracias por tus escuchas de Estación de gas.J. J. Martínez Ferreiro escribió:Creo que el disfrute tempestuoso y magnífico de los caprichos es cosa verdaderamente muy seria pero que muy seria; una meta que solo se alcanza en las alturas, las más grandes alturas de la vida, y que tendremos que ascender enredándonos todo lo que podamos.
Te felicito por este simbólico poema en la esperanza de la más grande vida.
Mañana o pasado pondré el escenario a tono para esas nuevas estaciones de gas.
Abrazos y salud, amigo Ignacio.
Gracias a ti, Ricardo, por la nota y la consideración.Ricardo Serna G escribió:Señor Richards, usted duermeIgnacio, amigo
mientras yo respiro el oxígeno azul.
Estoy
entre las tempestades magníficas del capricho.
Gracias por compartir tu magnífica poesía, con un final
espectacular ...Gracias
Un abrazo fuerte
que la salud esté contigo
Gracias por la nota y tu consideración, Óscar.Óscar Distéfano escribió:Ignacio Mincholed escribió:...
Voy subiendo con el día
igual que la enredadera por la luz,
inestable, en busca de ángulos
a los que mis dedos puedan asirse,
en los que rizar mi pensamiento
hasta formar el confortable nido
donde hilvanar nubes y acciones;
allí donde el delirio cuece
en las comarcas del deseo,
hasta indicarme que he acertado
en la invisible diana de mi vida.
Señor Richards, usted duerme
mientras yo respiro el oxígeno azul.
Estoy
entre las tempestades magníficas del capricho.
...
Un cierre inesperado pero válido. Enhorabuena.
Saludos cordiales.
Óscar
Gracias por tu simpática nota, R.M.R. M. Alemán escribió:A cubierto..., y entre ellos, supongo (broma). Se saborea su encanto. Grato pasar, Ignacio Mincholed.
Un abrazo
Nancy, gracias por tus lecturas y comentarios y por tus buenos deseos, igual para ti.Lunamar Solano escribió:El aleteo del alma inquieta encontrando su canal esencial querido amigo..
Un gusto leerte...cuídate mucho!!
Te abrazo con todo mi cariño...
Nancy
Gracias por el comentario, y sí; cuídate tú también, Rosario.Rosario Martín escribió:Muy bueno el poema, Ignacio,el cierre es magnífico.
Un abrazo y cuídate mucho, compañero.
Un placer para mí tus notas. Gracias, Xaime.xaime oroza carballo escribió:En el vórtice de la galerna, amigo.Ignacio Mincholed escribió:...
Voy subiendo con el día
igual que la enredadera por la luz,
inestable, en busca de ángulos
a los que mis dedos puedan asirse,
en los que rizar mi pensamiento
hasta formar el confortable nido
donde hilvanar nubes y acciones;
allí donde el delirio cuece
en las comarcas del deseo,
hasta indicarme que he acertado
en la invisible diana de mi vida.
Señor Richards, usted duerme
mientras yo respiro el oxígeno azul.
Estoy
entre las tempestades magníficas del capricho.
...
Como siempre un gran placer seguirte.
Un abrazo
Qué amable tu nota, Armilo, la agradezco y la aprecio.Armilo Brotón escribió:Grandes poemas de Ignacio al que se le echa en falta.
Un abrazo Ignacio y salud
Gracias, ERA, me alegra leer tu nota.E. R. Aristy escribió:Ignacio Mincholed escribió:...
Voy subiendo con el día
igual que la enredadera por la luz,
inestable, en busca de ángulos
a los que mis dedos puedan asirse,
en los que rizar mi pensamiento
hasta formar el confortable nido
donde hilvanar nubes y acciones;
allí donde el delirio cuece
en las comarcas del deseo,
hasta indicarme que he acertado
en la invisible diana de mi vida.
Señor Richards, usted duerme
mientras yo respiro el oxígeno azul.
Estoy
entre las tempestades magníficas del capricho.
...
Wow! Ignacio,un acierto lírico que superecede a toda filosofía. Maravillado con tus grandes talentos. Un abrazo, ERA