La Editorial Alaire, auspiciada por la Academia de Poesía Alaire, pone gratuitamente a disposición de sus foristas registrados, varios foros de poesía, prosa literaria, debates…, para que puedan publicar sus obras e interactuar entre ellos, así como, la tienda de libros donde se muestran las publicaciones, tanto en papel como en formato digital, estos mediante descarga gratuita. La razón de ser de nuestros foros se centra en promocionar la poesía, mediante las obras de los autores que participan en la plataforma de la Academia de Poesía Alaire. La promoción de la poesía, a nivel del mundo de habla hispana, conlleva una enorme responsabilidad, por ello, pedimos la máxima implicación de todos los miembros de Alaire. Vale recordar al gran maestro Dumas: uno para todos y todos para uno. Muchas gracias por todo, queridos compañeros.
Marcos de la Mancebía escribió:Dicen que a Don Juan Tenorio
lo redime Doña Inés
y también dicen que es
un maestro en lo amatorio.
Esto último es notorio,
Pero hay otra versión:
Tomada su invitación,
surgiendo desde la hiedra,
el convidado de piedra
dispone su perdición.
Y bien la razón te asiste cuando ves en el Tenorio un maestro en lo amatorio que nada se le resiste; pero con la burla viste el amor a la doncella y nada lo salva, ni ella, de su destino tan triste.
Julio González Alonso escribió:
Y bien la razón te asiste cuando ves en el Tenorio un maestro en lo amatorio que nada se le resiste; pero con la burla viste el amor a la doncella y nada lo salva, ni ella, de su destino tan triste.
Se ha llevado a Doña Inés,
el taimado Juan Tenorio,
cerca de un promontorio.
Mira -le dice- ¿qué ves
en la cima del ciprés?
-Veo un alma descarriada,
perdida, desalentada,
implorando con dolor
que le redima el amor;
y eres tú, porque eres nada.
Julio González Alonso escribió: Y bien la razón te asiste cuando ves en el Tenorio un maestro en lo amatorio que nada se le resiste; pero con la burla viste el amor a la doncella y nada lo salva, ni ella, de su destino tan triste.
Se ha llevado a Doña Inés,
el taimado Juan Tenorio,
cerca de un promontorio.
Mira -le dice- ¿qué ves
en la cima del ciprés?
-Veo un alma descarriada,
perdida, desalentada,
implorando con dolor
que le redima el amor;
y eres tú, porque eres nada.
Y aún teniendo la ocasión de así su alma salvar, el daño hecho reparar y evitar su perdición, mira impávido su alma que de su cuerpo, con calma, saliendo está con su vida incapaz de sujetarla, ante la amada llevarla y así su desgracia impida.
Julio González Alonso escribió: Y aún teniendo la ocasión de así su alma salvar, el daño hecho reparar y evitar su perdición, mira impávido su alma que de su cuerpo, con calma, saliendo está con su vida incapaz de sujetarla, ante la amada llevarla y así su desgracia impida.
En lance con Luis Mejía,
presente el comendador,
hace alarde de su ardor
e insistiendo en su porfía
con la apuesta cierra el día.
Perpetrado está su ardid,
irá Doña Ana en la lid.
Seducida la doncella,
el baldón será su huella
y morirá su adalid.
PS.
Julio nos arroja el guante,
¿qué hacemos los demás?
¿Es que acaso nadie más,
con un versar elegante,
se apunta con buen talante
al envite en la posada
para una liza rimada?
Buttarelli nos acoge,
con viandas y con moje
y Ciutti no dirá nada.
PS.
Julio nos arroja el guante,
¿qué hacemos los demás?
¿Es que acaso nadie más,
con un versar elegante,
se apunta con buen talante
al envite en la posada
para una liza rimada?
Buttarelli nos acoge,
con viandas y con moje
y Ciutti no dirá nada.
Sea en posada o mesón el ejercicio de estetas del encuentro de poetas rimando con gran tesón, hallaré la condición de en versos entrar en duelo que no sirvan de consuelo a este don Juan de comedia que hizo del amor tragedia y se burló hasta del cielo.
Marcos de la Mancebía escribió:
En lance con Luis Mejía,
presente el comendador,
hace alarde de su ardor
e insistiendo en su porfía
con la apuesta cierra el día.
Perpetrado está su ardid,
irá Doña Ana en la lid.
Seducida la doncella,
el baldón será su huella
y morirá su adalid.
Listo está para sufrir las burlas que él infligió y a todos de quien rió les toca ahora reír; si se trata de morir muerto será en esta hora que se vuelve vengadora de su innoble proceder, y así le cumple saber que ya no verá otra aurora...
Parece este lance amargo pues al mismo nadie acude, ni hay nadie que en verso anude crítica, razón o halago para acusar o en descargo del don Juan conquistador; ¿será por sentir temor de su fiereza y locura que aun desde la sepultura puede infundiros pavor?
¿No será por la desidia
aquello de no acudir?
Pues no querrán escribir.
Seguro no es por envidia
por lo que eluden la lidia.
Yo creo que es por el tema.
Fijo que no habría problema
si tratara de Afrodita,
una Venus bien bonita.
¿Quizá cambiando de lema?
Marcos de la Mancebía escribió:¿No será por la desidia
aquello de no acudir?
Pues no querrán escribir.
Seguro no es por envidia
por lo que eluden la lidia.
Yo creo que es por el tema.
Fijo que no habría problema
si tratara de Afrodita,
una Venus bien bonita.
¿Quizá cambiando de lema?
No hay razón para cambiar de tema en esta ocasión, que la muerte es gran razón de vivir y de versar; mas si se viene a pensar que es difícil la espinela, encendamos otra vela y en cuarteta o redondillas postremos ya de rodillas al don Juan de esta novela.
Ahora recuerdo una tarde,
creyendo ser un Tenorio
en su desmán amatorio.
Dije al pronto; Dios me guarde,
que la cosa está que arde;
con los versos de la escuela:
"Pensando que era mozuela
yo me la llevé al río
y resultó ser un tío
que por poco me la cuela."
Yo quiero ser Don Juan.
Y tener a una Doña Inés a mi lado…
y a una Ana, y a una María, y a una Susana, y…
Y también quiero tener una espada a la cintura.
Pero no teman, es sólo por presumir.
No quisiera traspasar con ella
a nadie de parte a parte; ni tan siquiera
sacarla de su funda sin avisar de su peligro.
(Les informo de mi ignorancia
en el arte de la esgrima).
Pero sí, quiero ser Don Juan… ¿Qué pasa?
Deseo llevarles la contraria.
Quiero hacer de abogado del diablo y defender
una impostura, una actitud que unos temen, otros envidian,
muchos admiran y por la que todas
se dejan seducir.
La hipocresía es más peligrosa que la daga que blandía
el denostado de Don Juan.
Dicen que a los hombres de hoy en día les toca
a más de tres mujeres por barba. Yo tengo barba
y una sola mujer es la que me espera.
Al aprovechado que tenga
las otras dos que por estadística me corresponden
de buena gana traspasaría si no fuera
por que he sido educado y he nacido
en una época en la que las cosas se ven
y se sienten de otra manera.
Sí. Quiero ser
un Don Juan pendenciero y mentiroso.
Nada de Casanova predeciblemente mujeriego.
Ámenme, por favor, mujeres todas.
Critíquenme los pusilánimes.
Envídienme los hombres, los eunucos
y escríbanme tonterías los descuidados
mientras me divierto cenando con sus esposas.
Y que el Jardiel Poncela de turno me censure con razón
si me asegura que jamás engañó a nadie
y que nunca echó al menos -entre bastidores-
alguna canita al aire.
Sí. ¿Qué pasa?
Me gustaría ser sin duda
un Tenorio del siglo XXI,
y traspasar los corazones femeninos
con el temple embaucador de mi labia, el filo
seductor de mi pluma
e incumplir todas mis promesas
de amor sincero.
Pero como para todo en esta vida
hay que valer,
yo, por desgracia, no valgo para eso.
--oOo—
Léase este poema en clave de humor y de provocación, para darle un aire diferente. O no.
Acabo de leer los poemas de Julio (Jo!, hay que ver cómo escribe el tío) y he recogido el guante que nos ha arrojado al foro. Siempre fui propenso a caer en duelos y provocaciones. Aunque esta contienda la tenga previamente perdida dada la calidad tanto de Julio como la de Marcos, me he atrevido a escribir estos versos libres ( no podría de otra manera) en apenas 15 minutos. Perdónenme las faltas de todo tipo pues no tengo tiempo de correcciones, pero creo que se entiende mi postura de defensor del diablo. En las pelis de piratas... ¿quién no quiere ser el pirata mentiroso y canalla? ¿quién prefiere ser el teniente de marina ultrajado?, nas, nas... todos sabemos que los piratas y los malos se llevan siempre las chicas guapas.
Gracias Julio. Me he divertido mucho leyéndote a ti, a los foristas, y he seguido atento tu duelo personal con mi admirado Marcos.
Un abrazo para ellos y un beso para ellas. Que siga el duelo.
Las mujeres foristas puede hacer uso de mi email.
Prometo incumplir todas mis promesas y dejar baldía cualquier espectativa.
Se asegura discreción.
J. Manuel
Última edición por José Manuel Sáiz el Sab, 31 Oct 2009 10:11, editado 24 veces en total.
Me encanta tu osadía, José Manuel. Aunque no sé si reivindicas la figura de Don Juan o la de Casanova. Don Juan hacía promesas que no cumplía. Casanova sólo ofrecía y daba placeres.
Para las mujeres un Casanova puede ser una gran experiencia. Un Don Juan nunca.
Te dejo un abrazo
Ana
La Luz y la Tierra, explosión que abre el corazón del espacio.
Ana Muela Sopeña escribió:Me encanta tu osadía, José Manuel. Aunque no sé si reivindicas la figura de Don Juan o la de Casanova. Don Juan hacía promesas que no cumplía. Casanova sólo ofrecía y daba placeres.
Para las mujeres un Casanova puede ser una gran experiencia. Un Don Juan nunca.
Te dejo un abrazo
Ana
Jajajaja, gracias por el apunte Ana. La verdad es que no conozco mucho ambas figuras, sólo de refilón. Pero si además el Don Juan ese no cumplía sus promesas.... ¡¡mejorrrr!! (mira, voy a añadir un verso final sobr eso, jejeje).
Reivindico a Don Juan, naturalmente. (sonrisas de malicia inconsciente). A lo mejor me he metido en jardín del que no sabré salir.... Me encanta.
Un abrazo Ana.
(Por cierto... tu soneto es de premio)
J. Manuel
Ana Muela Sopeña escribió:ANAINÉS A DON JUAN TENORIO
Don Juan hizo de mí triste ultrajada,
su promesa rompió en la violación
y me dejó llorando de pasión
en medio de la luz más asombrada.
Una tarde me supe abandonada,
se rompió suavemente la ilusión,
recibí una estocada al corazón
que me dejó cual luna malograda.
Ahora sólo tengo soledad,
seducida en abismos de la noche
y fría me estremezco sin su piel.
Ojalá que la muerte, ya a su edad,
lo atrape por la espalda, como broche
de este infame teatro de papel.
Ana Muela Sopeña
*****
Ahí te dejo este soneto, Julio.
Un abrazo
Ana
DE DON JUAN PARA ANAINÉS
Cumple, Anainés, bienamada, ser veraz en esta historia y confesar, ¡por mi gloria!, que no fuísteis violada: cortejada, enamorada, a la postre seducida, entregada y convencida de haber logrado mi amor, aunque de amor a dolor sólo hay un paso, querida.