La culpa la tiene el tuerto...

[Armilo Brotón]

jajaja Estimado Ramón la cosa se va a poner fea cuando el pellejo del párpado nuble el solitario ojo, ya cansado y viejo.
Vamos a cuidarnos y a reír.
Un abrazo

[Jorge Salvador]

Muy bueno, Jorge, este soneto "descarao", pleno de ritmo y vida.

Todo un placer de lectura, querido amigo.

Abrazos y salud.

Gracias, estimado Ferreiro, por apreciar está poesía de la vida cotidiana sin más aspiración que divertir un poco a quien se pase por aquí.
El placer es mío. Abrazos y salud

[Jorge Salvador]

Ja ja, pero qué bien se te da ironizar y divertir con el poema. Un placer pasar por tus versos.
Abrazos
PIlar

Siempre tan amable, Pilar. Muchas gracias por pasarte, un abrazo

[Jorge Salvador]

jajaja Estimado Ramón la cosa se va a poner fea cuando el pellejo del párpado nuble el solitario ojo, ya cansado y viejo.
Vamos a cuidarnos y a reír.
Un abrazo

Sí, Armilo. Con el tiempo todo se vuelve pellejo. Cada arruga es una prueba de haber vivido, así que mejor reírnos de todo.
Un honor verte aquí, vaya mi abrazo de vuelta

[Alonso Vicent]

De los tuertos ni caso, de los apetitos lo normal (en mi caso) si hablamos de vinos y viandas, grasas y alcoholes. No olvidemos que los flacos tenemos también que ponernos a tono.
Está bien lo de los yernos sarasas y lo de las tetas en la mente; mejor tetas que cuernos, je je... pero lo que más me ha gustado es el bar de enfrente; estando allí poco importa el resto.
Un abrazo, Jorge y no aplaudo el soneto porque la parienta está haciendo una siesta... pero que me gustó ya te digo. Shhhh...

[Jorge Salvador]

De los tuertos ni caso, de los apetitos lo normal (en mi caso) si hablamos de vinos y viandas, grasas y alcoholes. No olvidemos que los flacos tenemos también que ponernos a tono.
Está bien lo de los yernos sarasas y lo de las tetas en la mente; mejor tetas que cuernos, je je... pero lo que más me ha gustado es el bar de enfrente; estando allí poco importa el resto.
Un abrazo, Jorge y no aplaudo el soneto porque la parienta está haciendo una siesta... pero que me gustó ya te digo. Shhhh...

Jajajajaja, Alonso. En el fondo ellas tienen razón cuando dicen que todos los hombres somos iguales... Nunca permita Dios que nos falte el bar de la esquina.
Un placer verte (aunque tuerto) por estos lares, estimado amigo.
Te mando un abrazo