Editorial Alaire

Antonio Arjona escribió:Homenaje a los hombres y mujeres que estercolaron la tierra
dejándose la vida en ello.
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Pisando sobre rastrojos
con dos zapatos ancianos
callos duros en las manos
y la piel como el carbón,
siente la arena en los ojos
y el dolor en sus rodillas,
los pasos parecen millas
y los surcos maldición.
***
El sol que no le perdona,
el agua que le escasea,
no hay lugar donde no vea
faena por acabar.
No es trabajo de persona,
murmura mientras camina
mas el deber le domina;
solo piensa en trabajar.
***
Nació con sangre de avena,
de trigos y girasoles,
remolachas y frijoles,
de juncos y de olivar.
Su vida fue la faena,
el tajo de sol a luna
y su grandiosa fortuna,
la brega sin descansar.
***
Murió sin dejar legado,
silenció su mala suerte
enfrentándose a la muerte;
confesándole su amor.
Huérfano quedó su arado,
y en silencio la besana
que al despertar la mañana,
echa en falta su labor.
***
Ni los amos le lloraron
ni asistieron a su entierro,
solo lo lamenta el perro
que siempre le acompañó.
Y el día que lo enterraron,
tras su tumba y aterido
llama triste con aullido
al dueño que lo cuidó