Moderadores: J. J. Martínez Ferreiro, Rafel Calle
Hallie, tú siempre eres generosa en exceso con mis poemas y te lo agradezco de verdad.Hallie Hernández Alfaro escribió:
Sí que es precioso, Marisa. Un regalo más de tu pluma evocadora y más que inteligente.
El final es conmovedor e irremplazable.
Beso grande y todos los aplausos.
Josefa A. Sánchez escribió:
El noctambulismo tiene estas cosas. En el silencio de la madrugada los poemas vienen quedito, de puntillas a metérsenos en los dedos y quedan tan bien como este. También a altas horas disfruto la lectura de tus versos.
Un abrazo.
Pepa
Gracias por tus palabra, Gerardo. Un lujo es tu presencia en mis aportaciones.Gerardo Mont escribió:
Un poema de gran belleza y ese sentimiento nocturno que envuelve...Has creado una atmósfera donde las palabras respiran y caminan con su peso en el lector. Un lujo, sin duda. Un gran abrazo, estimada poeta.
Jerónimo Muñoz escribió:El poeta (o la poeta) sabe meterse dentro de una piel desconocida y experimentar los sentimientos que circulan por ese cuerpo. Y ese/a poeta los hace suyos y los traduce a un lenguaje lírico que brota de su propia intimidad, de su propia concepción de la vida.
Es un poema excelente, Marisa. Tú eres poeta por dentro y por fuera.
Mi felicitación con un fuerte abrazo.
Jerónimo
Marisa Peral escribió:
Reposición
RUTA NOCTÍVAGA
Todo lo que he querido y añoré en esta vida
es el sublime soplo del poniente pretérito
y ahora, que estoy vacía y mis trémulos pasos sumamente desnudos,
ahora, que soy sólo el ansia que interpreta el poderío,
en mi boca se mezclan -como sahumerios de suburbio- los besos omitidos.
No podré distinguirlos pues siempre han sido niebla
y en niebla nos hemos transformado:
bruma de malquerencia,
polvo que, quizá un día, estuvo embelesado,
velo que no mereció un vestido blanco,
calima que no supo de casamientos
y ahora se aferran a mi conciencia
y bucean por mis venas
cuando coqueteo con los suaves secreteos del ocaso
y adivino, mansamente, su jadeo candoroso.
Dulcemente y en silencio,
la noche me promete su sabiduría invisible.
Mi intuición merodea y al abrigo de las sombras
descifro las señales que tanto me seducen
y te entrego mi vida a ti, porque te quiero.
©MAR
José Manuel F. Febles escribió:No había leído tu excelente poema, Marisa. No cabe la menor duda que, dentro de esta maravilla de versos, me siento en el noctambulismo de los mismos. Todos tus caminos son para ir de un punto a otro, trazado desde un lugar a donde nadie va, sólo el amor eterno, ese en el que muchos no creen. ¡Quien nos diera el camino trazado, donde el amor solamente puede ir.!
Desde mi isla, te felicito por dejarme leer tan gran poema.
Un abrazo fuerte.
José Manuel F. Febles
Carmen Pla escribió:
Marisa, un gran poema, me dejo seducir por el poder que ejerce la palabra en todo tu decir.
Un verdadero placer leerte.
Besos