Maika Silva escribió:Es parte del egocentrismo humano sentir que la vida sigue luego de nuestra desaparición física como increíble (me refiero a una sensdación muy personal). He mirado a veces al mundo, preguntándome qué diferencia habría si dejase de existirt en ese momento y, realmente no habría ninguna demasiado trascendente en una vista global. El mundo es un organismo vivo que trasciende al individuo, pero, el individuo es el mundo para sí mismo; por ende, al morir el vehículo, el mundo deja de existir. Por lo tanto, la muerte se siente como fin del mundo inevitablemente.
Comprendo la cuita de egoísmo que eso conlleva pero...aún así, no puedo dejar de pensarlo.
Sus palabras me recordaron eso.
Saludos, caballero, adorable poema.
.:Tati:.
A mí tus palabras me devuelven al centro de la reflexión sobre el inevitable final que nos aguarda, definido por la imposibilidad de actuar sobre el mundo, de ser testigo de su historia, de la nada. De ahí esa mirada y toma de conciencia de lo que a nuestro alrededor pasa y seguirá pasando alrededor de los demás y ese escribir, amar, acumular memoria de lo efímero.
Gracias por tus encantadoras y reflexivas palabras, Maika.
Salud.