mientras te vivo y te escribo,
simplemente porque tú
lo hacías la primera vez que vimos "La Strada".
No puedes evitar que vaya
contra mí mismo,
pero puedes regalarme una sonrisa,
la misma que esbozaste ayer
mientras me entregabas para siempre a "Joana".
Sufriremos a solas por no creer en lo imposible.
No puedo convencerte
de que estaba lleno de bondad
mientras te hacía tanto daño
o que mi actitud, estoica por fuera,
ardía en mis entrañas.
Sé qué fallándote a ti, cómo lo he hecho,
le fallo a la Poesía.