Alejandro Costa escribió: ↑Vie, 04 Ago 2023 0:04
Yo no quise asimilar este momento.
Quizás, siendo justo,
nunca quise asimilar, que cruzar tu umbral,
me asestaría un golpe de impresión,
un golpe de belleza y un golpe,
de esos que raras veces silencian.
Tanto ha llovido en las tinieblas del desencanto,
que el sol, a veces,
ha sido incapaz de adornar los márgenes del día.
Nunca fui capaz de despertar de mi letargo,
si lo hacía,
me abrasaba en los cráteres de la realidad,
de la torpeza sin capacidad de reacción,
que me obligaba la visión,
el sentimiento y una mente que añoraba la misma capacidad para ella.
Pero todo se convertía en un vacío alimentado por la nada.
En mis escritos,
el rocío se evaporaba,
mientras las estatuas pasaban inadvertidas bajo un terremoto donde el lirismo fenecía,
el verso no encontraba su lugar
y las estrofas se fracturaban una y otra vez.
Y tú, a lo tuyo.
Yo, oscureciendo un lienzo sin pintar,
un escrito sin vida,
adornado por el desencanto, versos sin fe,
sin pluma con la que rectificarlos.
Y seguí leyéndote.
Quise acercarme a esos bares escondidos en la noche,
quise verte en situación,
entender como es capaz tu mente de crear tanta belleza,
tantas imágenes con las que transportarte a un mundo de paz y sinfonía infinita.
Pero, otra vez, fui incapaz de conseguirlo.
Tu ciudad es de lluvia, aunque cese,
tu ciudad agranda su sol y lo hace brillar,
tu ciudad vive, la mía pace desierta,
mi sol se aturde,
a la vez que mi cielo llora de tristeza.
Igual que intenté acercarme,
escondo mis pasos en el silencio,
para continuar abrasándome en los cráteres de la realidad.
Dedicado, con todo el respeto, a mi gran compañero y mejor poeta, Ramón.