La muerte en Venecia

Cuentos, historias, relatos, novelas, reportajes y artículos de opinión que no tengan que ver con la poesía, todo dentro de una amplia libertad de expresión y, sobre todo, siempre observando un escrupuloso respeto hacia los intervinientes.

Moderador: Hallie Hernández Alfaro

Avatar de Usuario
F. Enrique
Mensajes: 8481
Registrado: Mié, 22 Ago 2012 19:47
Ubicación: Abyla
Contactar:

La muerte en Venecia

Mensaje sin leer por F. Enrique »

Dirk Bogarde y Helmut Berger

12 de junio de 2023 Sé el primero en valorar esta crítica.

Quien ha contemplado la belleza con sus ojos, solo puede esperar la muerte.
(Visconti)





A mi hermana del alma, Carmen que la quería bien, es actriz de teatro aficionada.

What have we found?
The same old fears
Wish you were here
(Roger Waters )

No quisiste ver el mar antes de la alborada,
este mar que saluda desde ventanas grises sin pañuelos,
desde la melodía sin ritmo de las olas
que hacen que te recuerde la guitarra sin cuerdas
que tocaste cuando llevabas el pelo largo,
creías que te llamabas David Gilmour
y cantabas con voz de terciopelo emocionada
“Ojalá estuvieras aquí”.

Adiós, quizás las sombras no sean tan oscuras,
quizás se calme el viento, triunfe la Primavera,
y un ruiseñor de luz se adueñe de tu noche
para seguir cantando donde reina el silencio.

1 ¿Qué hemos encontrado? / Los mismos miedos de siempre, / ojalá estuvieras aquí.

Ya nadie me provoca nadie quiere escucharme,
nadie intenta saber qué había en mi mirada
oscura, amarga, triste aguantando la fuerza
qué comentario irónico
despertaba las risas en la mesa de un bar
mustio de madrugada cuando ardía
el bufón de todas las comedias.
[/align]



Es posible que Muerte en Venecia sea la obra maestra absoluta de Visconti. Lo sería aunque solo fuera por la actuación portentosa del atormentado y y, a la vez, elegante Dirk Bogarde, actor que tuvo el arrojo de interpretar al perverso portero de noche que puede disfrutar de los senos infinitos de Charlotte Rampling a pesar de tener que tomar pastillas para intentar escapar del recuerdo de un campo de exterminio en el año de la solución final.

Mahler, triplemente apátrida, murió como católico y si leemos el sexto movimiento de la Canción de la tierra podemos pensar que fue algo más que nominal... Reaccionaba como si hubiera sido católico de cuna, como si su mundo interior fuera el germánico de un Imperio que caminaba hacia su tumba, cuando se vio forzado a ello para dirigir la Filarmónica de Viena; la composición nunca le dio de comer.

A raíz de que su joven mujer se fugara con el arquitecto Gropius, visitó a Freud y tendió hacia la homosexualidad, no lo sé. La gente de la calle suele tener una lengua muy larga y un coeficiente intelectual como el del futbolista Gascoigne.

El exquisito y filo comunista Visconti, noble de rancio abolengo que se remonta al disparate de Las Cruzadas, sin embargo, cometió el error de escoger a un adolescente en vez de a su efebo favorito, Helmut Berger, fallecido hace unos días. Esta chef-d'oeuvre puede ser prohibida en España por Sánchez y los suyos. No podemos explicarles a quienes no tienen inteligencia para entender que es una pederastia platónica, culto inmarchitable a la belleza por la que se muere, y, acaso, se mata, entre los canales del Adriático que transmiten la peste por sus estancadas aguas...
***
cuando vivir era un pecado,
un cilicio sujeto a la ceniza posada en tu frente,
el estigma de un amor que nunca abandonó
las pulsaciones nerviosas de tu pecho
ni el bálsamo de luz que me turbaba en tu mirada.
(Playa de la Almadraba - Fragmento)
Responder

Volver a “Foro de Prosa”