Las putas huellas obscenas
de unas zarpas desérticas
avivaron el incendio.
La cepa del bonito recuerdo
que algún día pendió del tallo de la infancia,
flameó cual hojarasca
enmarañada con el viento.
Y embarga la pesadilla
el candor y la pureza,
y empuñada al pavor de lágrimas y llantos
despeñó la sonrisa hacia los avernos del mañana…
Desahucio irrefutable
de inocencia y alabanzas.
Aderezo en la cuneta
y vorágine
de los sueños.
Tres años de prisión al cerdo pederasta.
Toda la vida de un niño a la mierda.
Putas leyes...