Réquiem por mí (poema áureo)

[jose manuel saiz]

Poema de estructura áurea (sucesión de versos de 4, 7 y 11 sílabas, acentuados en 6ª y penúltimas sílabas)

RÉQUIEM POR MÍ

Languidece
la tarde en el jardín.
Me he dormido ojeando mi «gran libro»
de poemas
(caído como un fruto
de espaldas a mi orgullo y a la hierba).
Se alborotan
sus hojas con el viento,
pareciera que un duende entrometido
lo estuviera
leyendo por encima.
Me acompañan mi perro, entre mis pies,
y el arroyo
que capta mi atención
con su humilde murmullo melancólico.

Anochece.
Todo está afectado
por un crepuscular y tibio embrujo.
No sé cuándo
cayó mi libro al suelo,
pero ahí se quedó, tapas abajo,
desdeñado
por mí y por el duende.
Es momento de entrar en casa; el perro
va conmigo;
mi libro queda fuera.
No habrá misericordia para él
(¿Cómo haberla
si me dejó dormido?)
Y me dará lo mismo si esta noche
lo hacen trizas
la ortiga y los erizos
o si lo prenden fuego las luciérnagas.
Con los restos
que queden esparcidos
haré un gran sepelio por el día.
Como un réquiem
doliente por mí mismo.

--oOo--

[Hallie Hernández Alfaro]

.

Es un poema muy hermoso, muy bien sentido y pensado.

Felicitaciones sinceras, José Manuel.
Gracias por estar; un abrazo.

[Mirta Elena Tessio]

Poema de estructura áurea (sucesión de versos de 4, 7 y 11 sílabas, acentuados en 6ª y penúltimas sílabas)

RÉQUIEM POR MÍ

Languidece
la tarde en el jardín.
Me he dormido ojeando mi «gran libro»
de poemas
(caído como un fruto
de espaldas a mi orgullo y a la hierba).
Se alborotan
sus hojas con el viento,
pareciera que un duende entrometido
lo estuviera
leyendo por encima.
Me acompañan mi perro, entre mis pies,
y el arroyo
que capta mi atención
con su humilde murmullo melancólico.

Anochece.
Todo está afectado
por un crepuscular y tibio embrujo.
No sé cuándo
cayó mi libro al suelo,
pero ahí se quedó, tapas abajo,
desdeñado
por mí y por el duende.
Es momento de entrar en casa; el perro
va conmigo;
mi libro queda fuera.
No habrá misericordia para él
(¿Cómo haberla
si me dejó dormido?)
Y me dará lo mismo si esta noche
lo hacen trizas
la ortiga y los erizos
o si lo prenden fuego las luciérnagas.
Con los restos
que queden esparcidos
haré un gran sepelio por el día.
Como un réquiem
doliente por mí mismo.

--oOo--

A tí te dejaran dormido los poemas de tu libro, pero jamás al lector.
Vagaran las luciernagas alumbrando tu camino, pero no se atreverán
a prenderles fuego ni a un solo de tus versos, porque mis palomas las de mis versos
vendrán a revolotear con sus alas de viento.
No habrá sepelio, porque tu le escribes siempre al amor, a tu perro, a alguien que te espera o a alguien a quién tu esperas. Y esos restos esparcido en el aire, llegaran a una ventana llena de primaveras, pero solitaria y desierta
esperando a un septiembre florecido. Abrazos poeta de los ojos azules.

[Óscar Distéfano]

Un poema donde la imaginación se enciende con la magia de la poesía. Me ha parecido un sentido poema, un sensible encuentro del hombre con el poeta. Me ha gustado haberte leído. Salud!

Abrazos.
Óscar

[jose manuel saiz]

Gracias por los comentarios, amigos.
Un abrazo
J. manuel

[F. Enrique]

Has cambiado, José Manuel, y este ejercicio de valentía abre nuevos campos, te convierten en un poeta que otea otros horizontes. Lo mejor es que no has perdido con el cambio el idilio que mantienes con lo entrañable.

Un abrazo.

[Simon Abadia]

Un poema intimista con mucha sensibilidad y lleno de sentimiento.
Me ha gustado disfrutarlo y te felicito.
Abrazos

[Pilar Morte]

Un poema sentido y hermoso. Me gustó y lo disfruté. Un placer leerte.
Abrazos

[Ana Muela Sopeña]

Qué bello, José Manuel:

Has logrado una conjunción entre el fondo y la forma increíble.

Es muy entrañable el contenido de estos versos.

Enhorabuena, poeta
Un beso
Ana

[Javier Dicenzo]

Un gran trabajo poeta un placer y honor formar parte de este foro.

[Mirta Elena Tessio]

Poema de estructura áurea (sucesión de versos de 4, 7 y 11 sílabas, acentuados en 6ª y penúltimas sílabas)

RÉQUIEM POR MÍ

Languidece
la tarde en el jardín.
Me he dormido ojeando mi «gran libro»
de poemas
(caído como un fruto
de espaldas a mi orgullo y a la hierba).
Se alborotan
sus hojas con el viento,
pareciera que un duende entrometido
lo estuviera
leyendo por encima.
Me acompañan mi perro, entre mis pies,
y el arroyo
que capta mi atención
con su humilde murmullo melancólico.

Anochece.
Todo está afectado
por un crepuscular y tibio embrujo.
No sé cuándo
cayó mi libro al suelo,
pero ahí se quedó, tapas abajo,
desdeñado
por mí y por el duende.
Es momento de entrar en casa; el perro
va conmigo;
mi libro queda fuera.
No habrá misericordia para él
(¿Cómo haberla
si me dejó dormido?)
Y me dará lo mismo si esta noche
lo hacen trizas
la ortiga y los erizos
o si lo prenden fuego las luciérnagas.
Con los restos
que queden esparcidos
haré un gran sepelio por el día.
Como un réquiem
doliente por mí mismo.

--oOo--

¡¡ FELIZ CUMPLEAÑOS JOSE MANUEL!!


¡¡LOS MARES DE TUS OJOS!!
Tienes la mirada llena de paisajes
buscando la luz de la tarde
que en tus ojos duermen.
Cambias los colores del tiempo
como cambias los colores de las flores
con la delicadeza pura y amable
de tu mirar de mares.
Háblame anaranjada tarde,
dime si se han dormido mis sueños,
si despertaran antes de que el invierno llegue
con sus arrogantes vientos
con sus violentas lluvias
que desihilachan a los árboles.
Hay un impulso en el aire
que nadie ve que no se palpa
que esta en la sangre
como los mares de tus ojos
y que me eleva como un misterio
que es amarga
que es eterna como mi alma.