Escribir versos vivos

[Jerónimo Muñoz]

Metapoesía, postpoesía, neopoesía, todo esto ¿para qué? Tú ya estás en la poesía, en la poesía plena, en la poesía viva.
Felicidades, Pilar, y gracias. Por ser, por estar, por enseñarme siempre algo o mucho.
Te admiro.
Un abrazo.
Jerónimo

[Rafel Calle]

Arriba con la vitalidad de tus versos, amiga Pilar.
Abrazos.

[xaime oroza carballo]

Palabra, amiga del silencio
de los silencios.
Verbo hurgador de la herida,
cómplice de la sangre que diluye
sanadora las ausencias.
Te muestras, verso,
cuando el alma extenuada escruta
el horizonte por donde se fueron los ojos
abiertos y sin vida.

He recogido el heno que sobró de la cosecha,
y mimado animales del camino
que otros cercaban.

Guardo el alimento para el banquete
de los ruiseñores huidos
por si tornan
con las alas dispuestas
a descansar sobre la almohada de semillas.

No adivináis la soledad de las ventanas cerradas
al viento que cuartea los vidrios,
ni la quietud de los labios que esperan
recuperar la voz.

Podríamos ir juntos al bosque
y bailar al ritmo de los gnomos,
sellar el afecto en el tronco de las hayas
y regresar por el primer camino.

Escribir…escribir…
mientras se queda el alma en el poema.

Ha llegado el descanso de la noche
aquietando el ruido de la distancia.
Todo duerme al calor de los grillos.

Tuya es la cantiga del juglar que deja, al pasar, prendido en la ventanas cerradas el sentimiento. Gracias por todo tu lirismo, Pilar.
Un abrazo.

[E. R. Aristy]

Palabra, amiga del silencio
de los silencios.
Verbo hurgador de la herida,
cómplice de la sangre que diluye
sanadora las ausencias.
Te muestras, verso,
cuando el alma extenuada escruta
el horizonte por donde se fueron los ojos
abiertos y sin vida.

He recogido el heno que sobró de la cosecha,
y mimado animales del camino
que otros cercaban.

Guardo el alimento para el banquete
de los ruiseñores huidos
por si tornan
con las alas dispuestas
a descansar sobre la almohada de semillas.

No adivináis la soledad de las ventanas cerradas
al viento que cuartea los vidrios,
ni la quietud de los labios que esperan
recuperar la voz.

Podríamos ir juntos al bosque
y bailar al ritmo de los gnomos,
sellar el afecto en el tronco de las hayas
y regresar por el primer camino.

Escribir…escribir…
mientras se queda el alma en el poema.

Ha llegado el descanso de la noche
aquietando el ruido de la distancia.
Todo duerme al calor de los grillos.

Maravillosa entrega, Pilar. Encuentro en Escribir verso vivos la flama tibia de la espiritualidad y es lo que enciende a estos verso s de gran belleza. Abrazos, ERA

[J. J. Martínez Ferreiro]

“No adivináis la soledad de las ventanas cerradas
al viento que cuartea los vidrios”


No sé cómo se me había pasado..
Todo el poema es una preciosidad, amiga Pilar, pero destaco solamente estos dos versos para disfrutar aisladamente de la inmensa belleza de su evocación poética.

Bicos e saúde, querida amiga.

[Ramón Castro Méndez]

Preecioso, realmente precioso, elegancia, bondad-emotividad, belleza instantánea, pero que perdura, no sé lo tiene todo, tu poesía lo tiene todo.
Solo me resta felicitarte una vez más, amiga Pilar.
Siempre un placer leerte.

Un afectuoso abrazo.

[Pilar Morte]

Gracias Guillermo, Lunamar, Cecilia, Julio, por dejar vuestra amable huella en este poemilla.
Abrazos

[Javier Dicenzo]

Excelente trabajo Pilar, la verdad hay mucho talento en alaire, y la página está muy bien diseñada, un lujo estar en alaire.

[Simon Abadia]

Palabra, amiga del silencio
de los silencios.
Verbo hurgador de la herida,
cómplice de la sangre que diluye
sanadora las ausencias.
Te muestras, verso,
cuando el alma extenuada escruta
el horizonte por donde se fueron los ojos
abiertos y sin vida.

He recogido el heno que sobró de la cosecha,
y mimado animales del camino
que otros cercaban.

Guardo el alimento para el banquete
de los ruiseñores huidos
por si tornan
con las alas dispuestas
a descansar sobre la almohada de semillas.

No adivináis la soledad de las ventanas cerradas
al viento que cuartea los vidrios,
ni la quietud de los labios que esperan
recuperar la voz.

Podríamos ir juntos al bosque
y bailar al ritmo de los gnomos,
sellar el afecto en el tronco de las hayas
y regresar por el primer camino.

Escribir…escribir…
mientras se queda el alma en el poema.

Ha llegado el descanso de la noche
aquietando el ruido de la distancia.
Todo duerme al calor de los grillos.

Exquisito, cercano y claro, limpio en imágenes añadidas a unos bellos versos.
Lo he disfrutado Pilar y te doy las gracias.
Abrazos

[Manuel Alonso]

Pilar, siempre es un placer leerte, este poema me ha llegado, es muy bello, gracias amiga, un abrazo.

[Alonso Vicent]

Palabras que interpretan los horizontes y asaltan las ventanas apaciguando el trayecto.
Me gustó la voz y ese espacio que se volvió poema y que me ocupa.
Un abrazo, Pilar, que escrito queda.