La Editorial Alaire, auspiciada por la Academia de Poesía Alaire, pone gratuitamente a disposición de sus foristas registrados, varios foros de poesía, prosa literaria, debates…, para que puedan publicar sus obras e interactuar entre ellos, así como, la tienda de libros donde se muestran las publicaciones, tanto en papel como en formato digital, estos mediante descarga gratuita. La razón de ser de nuestros foros se centra en promocionar la poesía, mediante las obras de los autores que participan en la plataforma de la Academia de Poesía Alaire. La promoción de la poesía, a nivel del mundo de habla hispana, conlleva una enorme responsabilidad, por ello, pedimos la máxima implicación de todos los miembros de Alaire. Vale recordar al gran maestro Dumas: uno para todos y todos para uno. Muchas gracias por todo, queridos compañeros.
Ara López escribió:Tu corazón golpeando frenético contra mi espalda,
mis dedos se posaban paralizados sobre los tuyos.
Recibí las caricias inesperadas con asombro
pero mi piel les dio la bienvenida en silencio.
Unas manos que jamás sospeché suaves
recorrieron mi nombre con propiedad y sin titubeos.
Dedos que entrelazaste sobre tu pecho,
quizás pensando que éramos otros.
¿Quién era el hombre que se aferraba a mí con tal fuerza?
¿Quién era la mujer que recorrió tus palmas?
¿Quiénes asaltaron nuestros lugares habituales
mientras lo imposible se abría camino?
El choque fortuito de los cuerpos en la oscuridad
que, como dos soledades que se encuentran y se abrazan,
le robaron un momento al tiempo que no concede nada, nunca.
Fueron dos desconocidos que se revelaron para luego olvidarse.
En la vida vamos a encontrarnos con el olvido en persona yes necesario recordar eso, que también somos olvido y soledad. Salud y Poesía siempre, querida Ara. ERA.
Ara López escribió:Tu corazón golpeando frenético contra mi espalda,
mis dedos se posaban paralizados sobre los tuyos.
Recibí las caricias inesperadas con asombro
pero mi piel les dio la bienvenida en silencio.
Unas manos que jamás sospeché suaves
recorrieron mi nombre con propiedad y sin titubeos.
Dedos que entrelazaste sobre tu pecho,
quizás pensando que éramos otros.
¿Quién era el hombre que se aferraba a mí con tal fuerza?
¿Quién era la mujer que recorrió tus palmas?
¿Quiénes asaltaron nuestros lugares habituales
mientras lo imposible se abría camino?
El choque fortuito de los cuerpos en la oscuridad
que, como dos soledades que se encuentran y se abrazan,
le robaron un momento al tiempo que no concede nada, nunca.
Fueron dos desconocidos que se revelaron para luego olvidarse.
En la vida vamos a encontrarnos con el olvido en persona yes necesario recordar eso, que también somos olvido y soledad. Salud y Poesía siempre, querida Ara. ERA.
Sí, mi queridísima ERA, vamos a toparnos con ello, sea que lo deseemos o no.
Gracias por tus buenos deseos.
Te mando un abrazo enorme y un beso.