Límpida como el mar en primavera
Radiante, me lo llevo por doquiera
Que transite mi alma enamorada
De tu cuerpo juncal y destacada
Blonda, rubia y preciosa cabellera
de dulce miel que siempre yo quisiera
Besar con la ternura delicada
Del más insigne y rico en poesía
Derrochando el piropo verdadero
A tan gentil figura femenina...
Pero me quedo en esta pena mía
Cual vulgar e indigente pordiosero
Rezando por tu amor en una esquina.
Rafael